Conversación en clave entre Azahara y Juanma.
Tarifa = Azahara y Juanma = Nueva York
Azahara: ¿Qué tal llevas el viaje a Tarifa?
Juanma: Lo llevo bien. Bueno, lo llevo. Pienso mucho en Tarifa, y en la comida, cuando me levanto y cuando me acuesto. Un montón.
Azahara: ¿Y qué vas a hacer?
Juanma: Si te digo lo que quiero hacer.
Azahara: ¿Irte a Tarifa? ¿O no irte a Tarifa?
Juanma: Irme, de cabeza.
Azahara: Madre mía, ¿y eso cómo se hace? Así, de pronto. Además, a Hugo le dices que te vas a Tarifa… (ríe)
Juanma: Yo no creo que haya nada imposible. Conforme yo lo veo y como yo pienso, ¿sabes? no sé.
Azahara: Pues tú piensas en Tarifa, y yo pienso en Nueva York. Que es lo mismo.
Juanma: No es lo mismo.
Azahara: Sí, es lo mismo. Entiéndelo que es lo mismo.
Juanma: Yo lo sé... Pero es que yo, es lo que menos pensaba, ¿sabes? Pero es que yo lo veo una necesidad ya.
Azahara: ¿Sí?
Juanma: En parte sí. Porque cuando yo hago surf y es algo que me hace sentir bien, al final se convierte en una necesidad para mí. Porque sé que es algo que me hace sentir bien.
Azahara: Pero a lo mejor eso lo piensas aquí, y cuando salgas no piensas eso. Aquí se piensan muchas cosas.
Juanma: No, porque yo sé cómo soy. Aquí se piensan muchas cosas, claro que se piensan muchas cosas. Pero a mí me pasa al revés. Que yo cuando estaba fuera, no quería entrar, y ahora que estoy dentro, no quiero salir.
Pausa en la conversación, que retoman poco después)
Juanma: Y tú ¿te vas a ir a Nueva York?
Azahara: Yo querría, pero tengo miedo.
Juanma: Pues tú el otro día cuando nos fuimos a acostar dijiste una frase… "el que no arriesga no gana". Pues eso.
Azahara: Ya, pero no soy sólo yo en esa cosa.
Juanma: Pero no me expliques a mí la situación porque es la misma.
Azahara: Ya lo sé. Él tenía pánico a eso, a que yo me fuese a Nueva York.
Juanma: A mí estar aquí me ha cambiado un poco la mentalidad, romper los esquemas, los estereotipos con los que venía…
Azahara: ¿Y si lo que piensas es aquí y luego fuera piensas otra cosa?
Juanma: Yo es que creo que una cosa es pensar, y otra cosa es sentir. Y yo puedo pensar, pero, si al final el sentimiento es uno, yo puedo pensar de cien mil maneras diferentes, pero vamos, cuando tú sientes... Y es que no es un pensamiento, yo creo que al final va más allá de un simple pensamiento. Yo no lo veo como un pensamiento. Pero eso es lo que yo siento.
Los dos se levantan de la mesa de la cocina, donde ha transcurrido toda la conversación, con sus oportunas interrupciones. Van a acostarse, pero Azahara tiene la necesidad de asegurarse que ha estado hablando de lo mismo que Juanma. “Ahora te explico una cosa”, le dice, mientras le lleva dentro de un armario.
Azahara: ¿Era eso no? El primero soy yo y el segundo eres tú, ¿lo entiendes o no?
Juanma: Sí, claro. Claro que lo había entendido.
Azahara: Por si no lo habías entendido y yo estoy hablando… y no lo entiendes.