Operación Mejide

D

Como al que se le queda olor a humo después de hacer una parrillada, OT se ha contaminado con el olor a basura del resto de la parrilla. Ana Rosas, Jordis y Jorge Javieres pululan en alma con sus respectivos corrillos de colaboradores por el plató de Sant Just.

A quien le guste la música, las versiones o el que una buena voz te ponga los pelos de punta, que no pierda tiempo con esta edición. Vuelve OT y lo hace en una gala en la que priman los encuentros verbales, dejando de lado los aspectos musicales. Y, paradójicamente, menos mal. Menos mal porque el nivel de este año -y me considero seguidor de las galas desde que ganara Rosa en el debut televisivo del programa- deja muchísimo que desear. No he visto voces claramente destacadas, sí alguna buena y digna de mención, pero no apostaría por nadie desde un comienzo, como sí me ha pasado en anteriores ediciones. Este año sí, el jurado se llevará todo el protagonismo.

La Gala 0 me produjo una sensación de más de lo mismo. Es lo que me produce con Risto. Es cierto que me reí de algunas de las críticas y que, desde luego, resulta lo más destacable de un programa que, de lo contrario, hubiera resultado soporífero. Lanzó algunas de sus perlas a la mayoría de los concursantes a los que valoró y dejó ver quién se encuentra entre sus agraciados. En esta ocasión se trata de un chico, de los más jóvenes de la academia, que finalmente resultó nominado tras destrozar la canción 'Princesas' de Pereza. Hoy lo criticaban hasta en la radio. Pero que ninguna quinceañera se asuste, su cara bonita hará que el fenómeno carpetero lo salve el próximo día y dejará en la calle a uno de los dos gitanos -el cupo este año se ve que sólo daba para una plaza- y, a mi juicio, una de las que más espectáculo podría ofrecer dentro de la academia, Patty.

El jurado intelectual
Noemí Galera, a la que conozco personalmente y me parece una de las personas más válidas dentro del organigrama de Gestmusic, sigue planteándome serias dudas en ciertos momentos en plató por una sencilla razón: su teatro con Risto. Sus gestos y muecas, cada vez que habla el publicista, las calificaría de surrealistas y muy poco creíbles. Como de costumbre y con alguna arruguita de más, la catalana dejó ver la debilidad que siente hacia sus predilectos, ya que conoce a todos los concursantes desde el primer casting. Esta edición nos encontramos, además, con la incoporación del intelectual Ramoncín, el Rey del Pollo Frito. Para mí ayer con muy poco protagonismo y sin ningún tipo de peso. No logro entender qué hace ahí pero, en cualquier caso, como si no estuviera.

El sobreexplotado Jesús Vázquez ha conseguido producirme indiferencia. No es Santo de mi devoción pero lo he encontrado algo más contenido, esperemos que no sea por ser su primera gala. Lo que me deja ciertamente sin palabras han sido su traje y su pajarita. No sé que clase de golpe debió de darse en la cabeza antes de vestirse.

Concursantes y explotación de producto
A los concursantes podremos ir conociéndolos en futuras galas y resumenes varios pero, de momento, merece la pena destacar su empeño en demostrar su mal gusto estilístico, o su poca personalidad en el caso de que estuvieran aconsejados por algún profesional de la casa. Ayer pudimos ver a Brenda Mau disfrazada de marzorca o a Nazaret ataviada con lo que parecía ser una retro-bata. Resulta incomprensible cómo lucen muchísimo más al natural -se pudo comprobar perfectamente en los vídeos de presentación- que en la misma gala.

A nivel técnico se sigue observando un gran despliegue de recursos audiovisuales, una más que decente realización y una importante puesta en escena. No es fácil llevar a cabo un programa de este tipo, sinceramente. No obstante, se nota la crisis. El plató es exactamente el mismo, no ha cambiado absolutamente nada.

La udiencia, notable, como de costumbre. 10 puntos por encima de 'Los Hombres de Paco', segunda opción de la noche. El efecto que produce Risto en el programa se nota diréctamente en el incremento de la cuota de pantalla y, eso, los productores lo saben. Por mucho que se empecinen en demostrar que ni lo necesitan ni les ha de decir cómo tienen que modificar el formato. Por eso me gustaría reseñar la hipocresía de Toni Cruz en la presentación del programa. O la de Ángel Llacer, que aseguró que no volvería a dirigir la academía si Risto participaba.

Sin la esencia de los primeros años
Lo que sí es cierto es que OT ya no es un concurso-trampolín de jóvenes talentos, o lo es sólo a primera vista. Se trata de otra cosa, ha perdido su esencia. Parece que el tan nombrado 'perfil' de los participantes en todos y cada unos de los castings de todas y cada una de las ediciones, iba esta vez encaminado a la búsqueda de nombres exóticos, caras raras o difíciles de ver, diversidad étnica y producción del máximo morbo posible.

tute07011988

Roger

SikorZ

#2 That!

Risto es simplemente un payasin para generar audiencia, nothing else!

Piticli

alguno sabe si está y dónde la gala 0? me la perdí!

Shock

Pues a mí me causa precisamente el efecto contrario, ayer estaba en el ordenador, pasé por al lado de la TV, ví que Risto estaba en OT y decidí no ver OT sólo por su presencia. Mientras ese tio esté ahí yo no veré el programa, como no he visto ninguna edición desde que está él, ni siquiera una gala o una actuación.

contris

RPV?

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