Pues seguimos con Tailandia donde tan solo al aterrizar se palpa el cambio. Pasamos del subdesarrollo al "quasi" primer mundo.
Tailandia es un país mucho más desarrollado y con una infraestructura turística que funciona como un reloj. Es imposible perderse y llegues a dónde llegues siempre hay alguien que te soluciona el siguiente paso.
Vole a Bangkok dado que allí me reunía con algunos amigos por varios días. No he ido por la zona sur, las más famosa, de playas y fiesta y me centre en la zona centro y norte. Las fotos que subo son de cosas que considero menos típicas, me gustaría subir alguna más pero editar desde el móvil es una tortura. También me gustaría subir algun video, si alguien conoce alguna pag web para subir rápido y seguro que lo comenté!
Apuntar antes de continuar que Tailandia es un país muy muy grande y que para recorrer sus 5 regiones harían falta varios meses de viaje tranquilo. Siendo sinceros, es el pais que menos me llamaba del viaje, pero tengo que decir que disfrute muchísimo los últimos días de la ruta.
Días 1-2-3-4 recorrí Bangkok y alrededores visitando las cosas típicas: Gran palacio, Budha esmeralda (que curiosamente se ha recorrido muchos países de mi camino) y dorado, mercado flotante, mercado de la vía férrea, diferentes templos y las ruinas del imperio de Siam (Ayutthaya).
No me voy a parar mucho aquí porque creo que hay muchísima y mejor información en internet (blogs,vídeos,libros...) de la que yo os puedo ofrecer.
De todas formas si tenéis alguna pregunta o curiosidad sobre algo, contento de ayudar!
En general, todo me parece imprescindible y más si os gusta la historia, arquitectura, arqueología, fotografia...excepto quizás los mercados flotantes, que son una turistada.
Lo que más aconsejo, fuera de lo anterior, es perderse por las calles de Bangkok y disfrutar de su ambiente, gastronomía, gente, canales y arquitectura ecléctica. En cualquier esquina hay algo que te sorprende.
Eso sí, incido de nuevo en qué es un país muy orientado al turista y si no regateais y controlais un poco el dinero vuela.
Día 5 Kanchanaburi
No voy a ocultar que me sentí aliviado cuando el minibús salió de la masificada Bangkok rumbo norte y el verde empezó a ganar terreno al gris de la ciudad.
Nada más llegar alquilamos una moto por varios dias, comí un rico Pad Thai local y visite el famoso puente sobre el río Kwai, el memorial y el museo sobre este desafortunado evento de la II GM.
Resumiendo un poco, hasta aquí llego el imperio japones y cuando perdían fuelle marítimo trataron de unir regiones para continuar con el transporte militar construyendo una red ferroviaria por plena selva usando prisioneros de guerra, la mayoría chinos, en condiciones terribles. Muchos murieron. Varios miles de occidentales entre ellos.
Si mezclas esto con las caminatas que me pegue luego por los parques nacionales de Erowan y Sai Yok, donde aún se conservan parte de las vías, lo que tuvo que sufrir esta gente durante la construcción de las vía me parece inhumano.
Destaco el memorial que construyó el gobierno Australiano de camino a Sai Yok. Una buena ruta mientras escuchas los testimonios de los prisioneros que estuvieron allí.
Los templos del dragón y de la cueva del tigre son imprescindibles también.
Días 6, 7 y 8 visita a los parques nacionales de Erowan y Sai Yok.
Buenas y solitarias rutas de trekking entre cascadas y naturaleza, con mucha lluvia de Monzon lo que hacía que las rutas fueran más espectaculares (y resbaladizas!) si cabe.
Día 9 -10 Chiang Mai. Bus nocturno de 10 horas para llegar a la zona norte del país.
Chiang Mai es una ciudad antigua, muy religiosa y cultural llena de templos y como ciudad provincial, mucho más tranquila y relajada que Bangkok. Recomiendo perderse por sus calles del casco antiguo visitar sus templos (el templo de plata, imprescindible!) y probar la cocina local.
Día 11, 12, 13 y 14 Mae Hong Son loop. Una ruta en moto circular por la provincia de Mae Hang Soon. Aquí empieza lo bueno.
600 km, 4808 curvas de auténtica naturaleza salpicada de pueblos de diferentes etnias, campos de te y arroz y paisajes a lo Isla Nublar.
La primera jornada me llevo hasta el pueblo de Pai, con una parada en las cuevas de Chiang Dao, donde una amable señora nos condujo a través del complejo de 5 km de profundidad con una lámpara de queroseno. No os esperéis a una geóloga hablando de estalactitas y lenguas de lava, sino a alguien diciendo que tal piedra se parece a una tortuga y esa otra a un aguacate. Las cuevas contienen templos, el más importante de ellos construido por un ermitaño.
Si ya has venido o tienes planes de venir por aqui, por poco observador que seas, ya te habrás dado cuenta de cómo el budismo parasita, aprovechando cualquier templo de otra religión, normalmente hinduista, para plantarle un Budha encima y quitar todo aquello que moleste.
Mereció la pena la parada antes del tramo final a Pai. Lo de las curvas no era un farol. Fueron 5 horas en las que ver una recta era la sorpresa. Una maravilla si os gusta conducir.
Terminamos el día en un mirador de una colina disfrutando de unas buenas vistas al valle.
jornada 2 Pai y alrededores y camino a Ban Rak Thai
Pai es un pueblito "Hippie". Lo entrecomillo porque hoy en día hippie en el diccionario aparece como definición de Instagramer. No perdimos demasiado tiempo en el pueblo en si, pero los alrededores si merecen la pena. Visitamos unos puentes de bambú sobre arrozales y un cañon de arenisca entre montañas espectacular. Merece la pena. Todavía.
Tras estas visitas, seguimos carretera. Este tramo para mí es el más épico, con curvas entre gargantas y selva salpicada por bruma y niebla. La carretera, a poco que tomes algun tramo secundario, te lleva entre poblados de diferentes Etnias donde el turismo no llega apenas. Con su arquitectura, tradiciones y vida por y para el campo.
Aquí no verás a la típica señora esperando a que llegue el minibús para ponerse lastimosamente el traje regional. Lamentablemente, es el circo que verás en otras zonas del país.
La parada final de esta etapa es Ban Rak Thai, un pueblo de exiliados chinos que se establecieron entre las fronteras de Tailandia y Myanmar escapando de la revolución de Mao.
El pueblo parece sacado de una estampa medieval China. Aquí no se habla inglés apenas (mandarín en un 90%) y la única manera de encontrar alojamiento para un occidental es llegar y preguntar por señas. Hay turistas, sobre todo Chinos, que supongo que se sentirán atraídos por la singularidad del lugar.
En el lago que preside el pueblo salen barcas cada poco para hacer la ceremonia del té. La estampa es idílica.
En la jornada 3 la carretera te lleva hasta las faldas de Doi Inthanon un parque natural y la montaña más alta de Tailandia con 2600 metros.
Hay dos caminos, nosotros decidimos tomar el peor asfaltado, pero te lleva entre montañas y mantiene la tónica del día anterior. Espectacular.
Jornada 4 subida al Doin Inthanon y retorno a Chiang Mai. Desde la cima no se veía nada por la por la niebla, así que no os puedo decir si era bonito o no. Aprovechamos para sacar alguna foto en las pagodas cerca de la cima y hacer una ruta por su selva de bosque húmedo.
Parecía que la jornada no iba a deparar mucho más hasta que en una parada para comer empezamos a ver gente apilando bolsas de arena a la vera del río. La verdad es que las cataratas a full y las lluvias torrenciales que nos cayeron todos los días deberían habernos servido de aviso para, al menos, mirar las noticias y ver cómo estaba la cosa. Pero para un gallego la verdad es que eso son 4 gotas y no nos esperábamos nada raro.
Tras comer, la realidad de las inundaciones nos golpeó. Varios ríos se habían desbordado y la carretera se convirtió literalmente en un canal veneciano con el agua llegando por encima de la rueda. Por el camino encontramos y grabamos varios pueblos totalmente anegados y los servicios de emergencia tratando de ayudar. Además de monjes llevando comida en barca a aquellos que lo necesitaban y que llevaban más de un día incomunicados.
Día 15 - 16 Chiang Rai, a unas 2 horas de Chiang Mai, su hermana pequeña, para mí la ciudad con los templos más bonitos de Tailandia. El templo blanco y el templo azul sobre todo (muy famosos). Merece la pena ir.
Desde aquí queríamos tomar un slow boat que nos llevase a través del Mekong hasta Laos en un viaje de dos días. Pero hablando con otros viajeros encontramos más contras que pros, así que decimos comprar un billete de avión.
Estuvimos 18 días, no se exactamente dónde me he dejado esos 2 días que faltan.
Como habréis notado, no he hablado mucho de la gente local porque no me encontré nada excepcional. Todos correctos, educados y sonrientes pero ninguna conexión a destacar. Aquí hice algunos buenos colegas de viaje, sobre todo holandeses.
Spoiler de futuras actualizaciones: Laos es la ostia.
Un saludo!