Se encuentra en la desembocadura del río Tajo y es la capital más occidental del continente europeo. La ciudad, con más de medio millón de habitantes, está construida sobre siete colinas y tiene, a escasos kilómetros, enormes playas llenas de vida y mucho surf.
Los barrios más pintorescos respiran un aroma puramente lisboeta, donde sus gentes y tradiciones nos sorprenden cuando paseamos por sus calles. Los vecinos del barrio de Grassa aseguran que desde allí se disfrutan de las vistas más bonitas de la ciudad.
Caminar por Alfama y Chiado es casi un viaje en el tiempo, ya que conservan las formas de vida más tradicionales y populares de una gran ciudad con historia. En el barrio de Belém encontramos el espectacular Monasterio de los Jerónimos, que recorremos en compañía de la responsable de su restauración. También aquí compartimos mesa en uno de los cafés más conocidos de la ciudad, para degustar el postre lisboeta por excelencia: el pastel de nata.
El lunes 31, a las 22h15, visitamos Lisboa. b[/b]