Me voy a Palestina

Una gran experiencia y muy recomendable. Bofetadas de realidad.
La situación es tal cual lo ha descrito #3. Incluido lo de IDF gilipollas, aunque alguno hay normal, y son un 60/40 tíos/tías, siendo estas mucho más suaves y algunas por cierto auténticos bellezones de 20-22 años que flipaba bastante.
Tienen una APP (Red Alert) que viene a ser como el Social Drive de los misiles. Se avisa en tiempo real de cuando hay movida para avisar a la gente que se dirija a ciudades o zonas cercanas a Gaza y no tenga otra fuente de información en ese momento.
No fui a Gaza.
El mar muerto es la polla, posiblemente vuelva en plan resort 2-3 días.
El famoso muro de Cisjordania impresiona muchísimo, así como las historias que te cuentan a ambos lados. Cisjordania no tiene nada que ver con lo que había visto en los mapas. Son pequeñas islas incomunicadas por las carreteras, checkpoints y asentamientos israelíes. Los niños que tienen que pasar algún control para ir al colegio son registrados todos los días.
Hebrón, con asentamientos dentro de la propia ciudad, es la máxima exponencia de esto, un ambiente realmente jodido.
Me coincidió allí el año nuevo judío, y pasear esos días por Mea Shearim es algo realmente inexplicable. Siglo XIX, semáforos apagados, cero coches, nada electrónico, y todos los ultraortodoxos, con las chavalas con faldas por los tobillos y zapatos de charol, con las pequeñas criaturas correteando y jugando en medio de la carretera, y yo como un pulpo en un garaje.
Hay de todo pero los judíos son (no solo en Mea Shearim) la gente más racista y excluyente que haya visto. No quieren que vayas a Israel y te lo hacen saber.
La ciudad vieja de Jerusalén es de lo más bonito que he visto nunca en su conjunto. Ahí se ve la auténtica multiculturalidad viviendo en armonía.

Demasiados lugares, muy diferentes entre sí pero muy cercanos, un auténtico popurrí de cultura, religión e historia difícilmente narrable.