Bueno, tras una semana que regrese del crucero... Vengo a contaros un poco mi experiencia en Túnez, la primera de las 6 escalas del crucero al que fui (MSC Splendida, que bien se merece un post semejante barco).
En Túnez estuvimos un día y tenía una excursión comprada llamada "Cartago y Medina", era una de las 7 excursiones por Túnez y era la que más me atrajo de las disponibles ya que me gusta la historia.
Desembarquemos en el puerto de La Goulette, rápidamente me percate de que los vendedores callejeros iban a ser uno de "mis problemas", había montones de ellos en el puerto vendiendo flores...desde aquí en bus nos llevaron al puerto militar, pasando antes por un parque donde había esquelas de miles de niños víctimas de sacrificios por los cartagineses.
En el puerto militar hicimos una parada corta y nos invadió un pequeño grupo de vendedores. Después nos llevaron a las ruinas de una terma romana que estaba cerca del palacio presidencial. Allí vimos restos de ruinas bastante mal conservadas, no había ningún tipo de información ni protección, estaban de la misma forma que podrías encontrarte un cortijo abandonado.
Posteriormente visitemos otras ruinas, el templo de Tophet, algo mejor cuidado al estar integradas en una especie de parque, desde allí se ven los muros del enorme palacio.
Después fuimos al la casa de la cultura, donde hay un museo y desde donde se puede ver gran parte de La Goulette desde arriba del montecito, las vistas eran muy bonitas, no se veía fin a la enorme ciudad y impresionaba la magnitud del lago que hay en el centro de la ciudad.
El museo fue entretenido, había multitud de restos arqueológicos de las distintas civilizaciones que poblaron el territorio, fenicios, cartagineses, vándalos, etc...
Tras esto y como último destino, visitemos un pueblo cercano, culo nombre no recuerdo y que era muy famoso por su artesanía, el pueblo de los artesanos...
Una agrupación de casas a lo largo de una cuesta repletas de tiendas y vendedores callejeros donde te llaman, cogen, te presionan para comprarles e incluso se pelean entre ellos si les compras a otro...una pesadilla que me toco vivir además en ramadán por lo que como decía el guía, en esa época son más propensos a alterarse más.
No hubo ningún problema reseñable, pero la pesadez de los vendedores era infinita. Te perseguían durante 1 hora sin cansarse nada entre ofertas y tirones del brazo para que fueras a sus puestos o tiendas.
El sistema que impera es el regateo, no existen precios marcados, ellos te lanzan una oferta a un precio desorbitado y tu tienes que lanzar algo bajo , después para llegar a acuerdo hay que subir algo más de lo que ofreciste para así quedar contentos.
Es difícil calcular el precio de algo si desconoces el precio habitual de los productos que te venden, además existe muchísima falsificación China y es muy difícil saber si estas comprando un producto bueno o es una basura de 1 euro de la que menos de 6 euros no la consigues rebajar (aunque ellos te piden 50 de primeras).
No dio tiempo a ver mucho más, y la verdad me quede con ganas porque aunque no fue tan bonito como Civitavechia, Roma, Génova, Marsella, o incluso Barcelona y Valencia que también estaban en las escalas... si había varios sitios de interés histórico que me quede sin ver. Quizá alguna vez figure entre mis destinos para dedicar unos días a conocer bien la capital y alrededores, ahora quizá tampoco es un buen momento ya que pude ver por el camino varias patrullas militares armadas y con blindados en las calles.