Después de dos semanas que regresé de Lyon, he sacado un ratito para contaros qué tal la experiencia por allí.
El viaje en sí se podría resumir en increible, pero aquí os vengo a hablar de otra cosa, la ciudad y en qué visitar allí.
El primer día (jueves) llegamos ya por la noche, cosa de las 20.00, por lo que fuimos al hotel en taxi (no recomendable, está bastante lejos y sale caro).
Una vez en el hotel, dejamos las cosas y y nos marchamos a cenar y más tarde a dar un paseito por la zona del hotel, que por cierto, se encontraba en pleno centro.
La mañana del segundo día (viernes), nos levantamos prontito que había muchas cosas que ver. Primera parada la Place Bellecour, una plaza enoorme, y por supuesto, tenía su obligatoria escultura ecuestre en mitad de la plaza.
De ahí fuimos a la catedral de Lyon, Notre-Dame de Fourvière, que se encuentra en lo alto de la colina de Fourvière. Para llegar a ella hay que subir en un funicular superchulo o, si no te agrada esa idea, siempre puedes subir andando, aunque quizás no logres llegar con ánimo de ver nada.
Una vez en lo alto nos encontramos la catedral, visita obligada, por supuesto. Personalmente me impactó bastante. Es más grande de lo que me esperaba y por dentro es muy caprichosa, muy recargada y con mil detalles, lo dicho, visita obligada.
Las vistas desde lo alto de la colina son increibles. Se ve toda la ciudad y se distinguen perfectamente los lugares más emblemáticos de la ciudad, una lástima que estuviese medio lluviosa la mañana.
Nos volvimos a poner en marcha, y ahora nos dirigimos al teatro galo-romano, varios teatros romanos que aun se conservan en las laderas de la colina. Bastante interesante de ver y de pasear por allí.
Ya decidimos bajar y buscar un lugar donde comer cerca de nuestro hotel. Una vez que habíamos comido y descansado un poquito, nos ponemos en marcha hacia el parc de la Tête d'Or, un parque cuanto menos, curioso. Se trata de un parque normal, como pueda ser el Retiro en Madrid, peeero con la cosa de que existe un pequeño zoo dentro, es decir, tu vas dando un paseo por el parque tan tranquilo, y quizá te encuentres a un León rugiendo a pocos metros de ti. Está guay dejarse caer por allí ^.
Luego ya, fuimos dando un paseito tranquilamente por las orillas de uno de los rios hasta acabar en un centro comercial, donde cogimos el metro para ir a cenar. Una vez que habíamos terminado de cenar, por unas cosas u otras tuvimos la oportunidad de poder subir a lo alto de la Fourvière de noche, tenía pinta de ser una escena preciosa, y sin duda lo fue.
Ya una vez abajo, nos dimos un paseito por lo puentes que cruzan los rios, todos diferentes e iluminados con lucecitas de colores ^^
Y esto ya es todo por hoy, cuando tenga otro ratito pongo el segundo día ^. Espero que, al menos, os sirva para haceros una pequeña idea de la ciudad =D.