"Una conmoción descomunal la inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir qué eran los silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la muerte. Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y meterse una mordaza entre los dientes, para que no salieran los chillidos de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas."
"SI LAS PERSONAS CONOCIERAN EL PESO DE SUS PALABRAS, DARÍAN MAS VALOR A SU SILENCIO"
Foto cabecera tomada por mi en 2018 - Amboseli - Kenia