¡Bienvenido/a a este rincón del ciberespacio! A partir de ahora, todo lo que usted lea de carracho, de aquí en adelante referido como "Yo", queda bajo su propia y exclusiva responsabilidad. Deje de lado cualquier convención social, prejuicio o cordura adquirida al interpretar lo que lea. Yo, no se hace responsable de ninguna interpretación dada por segundas, terceras, cuartas o quintas personas. Todo lo que Yo escriba puede:
Ser real, o no: La veracidad de la información aquí contenida puede ser tan sólida como un castillo de naipes en un huracán. Puede que sea cierto, o puede que sea fruto de mi imaginación desbordante.
Contradecirse: Como el clima en primavera, mis escritos pueden sufrir cambios repentinos y drásticos. Lo que es verdad hoy, puede ser falso mañana, o viceversa.
Contener errores históricos: Los historiadores pueden envidiar o despreciar lo que aquí se dice. Pueden aparecer anacronismos, personajes históricos en el lugar y tiempo equivocados, o simples errores que harían que su profesor de historia se arrancara los pelos.
Estar escrito bajo la influencia del insomnio: Mis noches sin dormir pueden alterar la coherencia de mis palabras, así que prepárese para saltos lógicos dignos de un canguro en una cama elástica.
Contener errores en conceptos de programación: Aquí puede haber fallos tan grandes que hasta un try-catch no podría atraparlos.
Además, debe tener en cuenta que:
- Las opiniones expresadas pueden cambiar sin previo aviso, así que manténgase alerta, como un gato en una tienda de ratones.
- No se proporcionan garantías de ningún tipo. Todo está sujeto a cambios, caprichos del destino, o de mi propio humor.
- Cualquier daño psicológico, emocional o existencial que pueda surgir al leer los mensaje de Yo, es total y absolutamente responsabilidad suya. No se admiten devoluciones ni reclamaciones.
- Por el mero hecho de leer a Yo usted acepta a perpetuidad estos términos.
Que disfrute de su estancia y, recuerde, la realidad es relativa... especialmente aquí.
