#13 Hay chicas japonesas jóvenes que siguen mi blog y lo primero que destacan que no les gusta de los occidentales es precisamente que no tengan pudor en besar o mostrarse cariñosos en público.
Cuando salen del país les parece bien porque se desmelenan y tienden a imitar lo que ven en el país donde viajan. Les encanta sentirse uno mas y pierden el control rápidamente... algo así como Las Vegas, pero en todas partes.
Eso sí, una vez pisan Japón eso se acabó. Quieren un hombre responsable, tranquilo y manipulable... alguien que no les avergüence, y en eso los hombres occidentales tienen un master. Normalmente, solo se atreven a probar una relación estable con vosotros cuando se sienten presionadas por las familias por edad (lo que se conoce como el fenómeno Christmas Cake)
Otra curiosidad es que un extranjero siempre debe actuar como tal. Intentar parecer japonés desconcierta a mucha gente, ya que sienten cierta superiodidad hacia occidente y esperan que hagamos el payaso 24/7. Les incomoda que no cumplamos sus expectativas racistas, sobre todo la gente mayor XD
#14 Antes de la ley anti-prostitución aprobada tras finalizar la II Guerra Mundial, Japón era un país que valoraba el placer y mucho. No hablamos de pagar una prostituta para que se abra de piernas e irte, sino de todo un mundo de posibilidades. El sexo y la seducción eran un arte.
Muchas trabajadoras de los barrios rojos estudiaban durante años para satisfacer a sus clientes en todos los sentidos: Baile, conversación, etc... todo dependía de lo que pudieras pagar. Un burdel era lo mas bajo.
La prohibición y represión sexual posterior llevó a los llamados fetiches otakus (los que todos conocemos, lamentablemente), y que se basan en extremismos. Un efecto rebote a su reladidad sin placeres ni relaciones sociales saludables.
Japón estaba mejor antes, la verdad XD