La radioactividad
Henri Becquerel, físico francés, descubrió la radioactividad en 1896, lo cual le otorgó el Premio Nobel de Física de 1903, compartido con Pierre y Marie Curie. Becquerel había estado trabajando en una serie de experimentos sobre la fosforescencia y en uno de ellos, colocó sales de uranio sobre una placa fotográfica utilizando la luz del Sol. Cuando comenzaba a oscurecer, dejaba el experimento hasta el próximo día, pero en una ocasión, fue a buscar parte de su equipo a oscuras y notó que las sales de uranio emitían radiación.
Los rayos-x
Los rayos-x fueron descubiertos por accidente en 1895, cuando Wilhelm Röntgen experimentaba con tubos de rayos catódicos. Él colocaba diversos objetos frente a los rayos y en un momento determinado, al mirar la pared, vio su propia mano proyectada.
La denominación rayos X designa a una radiación electromagnética, invisible, capaz de atravesar cuerpos opacos y de imprimir las películas fotográficas. Los actuales sistemas digitales permiten la obtención y visualización de la imagen radiográfica directamente en una computadora (ordenador) sin necesidad de imprimirla. La longitud de onda está entre 10 a 0,1 nanómetros, correspondiendo a frecuencias en el rango de 30 a 3.000 PHz (de 50 a 5.000 veces la frecuencia de la luz visible). Definición Los rayos X son una radiación electromagnética de la misma naturaleza que las ondas de radio, las ondas de microondas, los rayos infrarrojos, la luz visible, los rayos ultravioleta y los rayos gamma. La diferencia fundamental con los rayos gamma es su origen: los rayos gamma son radiaciones de origen nuclear que se producen por la desexcitación de un nucleón de un nivel excitado a otro de menor energía y en la desintegración de isótopos radiactivos, mientras que los rayos X surgen de fenómenos extranucleares, a nivel de la órbita electrónica, fundamentalmente producidos por desaceleración de electrones. La energía de los rayos X en general se encuentra entre la radiación ultravioleta y los rayos gamma producidos naturalmente. Los rayos X son una radiación ionizante porque al interactuar con la materia produce la ionización de los átomos de la misma, es decir, origina partículas con carga (iones). Descubrimiento La historia de los rayos X comienza con los experimentos del científico británico William Crookes, que investigó en el siglo XIX los efectos de ciertos gases al aplicarles descargas de energía. Estos experimentos se desarrollaban en un tubo vacío, y electrodos para generar corrientes de alto voltaje. Él lo llamó tubo de Crookes. Pues bien, este tubo, al estar cerca de placas fotográficas, generaba en las mismas algunas imágenes borrosas. Pese al descubrimiento, Crookes no continuó investigando este efecto. Es así como Nikola Tesla, en 1887, comenzó a estudiar este efecto creado por medio de los tubos de Crookes. Una de las consecuencias de su investigación fue advertir a la comunidad científica el peligro para los organismos biológicos que supone la exposición a estas radiaciones. Pero hasta el 8 de noviembre de 1895 no se descubrieron los rayos X; el físico Wilhelm Conrad Roentgen, realizó experimentos con los tubos de Hittorff-Crookes (o simplemente tubo de Crookes) y la bobina de Ruhmkorff. Analizaba los rayos catódicos para evitar la fluorescencia violeta que producían los rayos catódicos en las paredes de un vidrio del tubo. Para ello, crea un ambiente de oscuridad, y cubre el tubo con una funda de cartón negro. Al conectar su equipo por última vez, llegada la noche, se sorprendió al ver un débil resplandor amarillo-verdoso a lo lejos: sobre un banco próximo había un pequeño cartón con una solución de cristales de platino-cianuro de bario, en el que observó un oscurecimiento al apagar el tubo. Al encender de nuevo el tubo, el resplandor se producía nuevamente. Retiró más lejos la solución de cristales y comprobó que la fluorescencia se seguía produciendo, así repitió el experimento y determinó que los rayos creaban una radiación muy penetrante, pero invisible. Observó que los rayos atravesaban grandes capas de papel e incluso metales menos densos que el plomo. En las siete semanas siguientes, estudió con gran rigor las características propiedades de estos nuevos y desconocidos rayos. Pensó en fotografíar este fenómeno y entonces fue cuando hizo un nuevo descubrimiento: las placas fotográficas que tenía en su caja estaban veladas.[cita requerida] Intuyó la acción de estos rayos sobre la emulsión fotográfica y se dedicó a comprobarlo. Colocó una caja de madera con unas pesas sobre una placa fotográfica y el resultado fue sorprendente. El rayo atravesaba la madera e impresionaba la imagen de las pesas en la fotografía. Hizo varios experimentos con objetos como una brújula y el cañón de una escopeta. Para comprobar la distancia y el alcance de los rayos, pasó al cuarto de al lado, cerró la puerta y colocó una placa fotográfica. Obtuvo la imagen de la moldura, el gozne de la puerta e incluso los trazos de la pintura que la cubría. Un año después ninguna de sus investigaciones ha sido considerada como casual. El 22 de diciembre, un día memorable, se decide a practicar la primera prueba con humanos. Puesto que no podía manejar al mismo tiempo su carrete, la placa fotográfica de cristal y exponer su propia mano a los rayos, le pidió a su esposa que colocase la mano sobre la placa durante quince minutos. Al revelar la placa de cristal, apareció una imagen histórica en la ciencia. Los huesos de la mano de Berta, con el anillo flotando sobre estos: la primera imagen radiográfica del cuerpo humano. Así nace una rama de la Medicina: la Radiología. El descubridor de estos tipos de rayos tuvo también la idea del nombre. Los llamó "rayos incógnita", o lo que es lo mismo: "rayos X" porque no sabía que eran, ni cómo eran provocados. Rayos desconocidos, un nombre que les da un sentido histórico. De ahí que muchos años después, pese a los descubrimientos sobre la naturaleza del fenómeno, se decidió que conservaran ese nombre. La noticia del descubrimiento de los rayos "X" se divulgó con mucha rapidez en el mundo. Röntgen fue objeto de múltiples reconocimientos, el emperador Guillermo II de Alemania le concedió la Orden de la Corona, fue honrado con la medalla Rumford de la Real Sociedad de Londres en 1896, con la medalla Barnard de la Universidad de Columbia y con el premio Nobel de Física en 1901. El descubrimiento de los rayos "X" fue el producto de la investigación, experimentación y no por accidente como algunos autores afirman; W.C. Röntgen, hombre de ciencia, agudo observador, investigaba los detalles más mínimos, examinaba las consecuencias de un acto quizás casual, y por eso tuvo éxito donde los demás fracasaron. Este genio no quiso patentar su descubrimiento cuando Thomas Alva Edison se lo propuso, manifestando que lo legaba para beneficio de la humanidad.
Los edulcorantes
La sacarina, el ciclamato y el aspartamo, todos fueron descubiertos por accidente. La sacarina, que fue descubierta en 1879, es un subproducto derivado de la brea de carbón, mientras que el ciclamato, descubierto en 1937, y el aspartamo, en 1965, son subproductos derivados de la investigación médica. Todos fueron descubiertos cuando los científicos que maniobraron las sustancias y que no se lavaron las manos, se tocaron la boca por casualidad.
Sacarina Fue descubierta en 1879 por Ira Remsen y Constantine Fahlberg, de la Universidad Johns Hopkins, a partir de experimentos con carbón y otros hidrocarburos.
La sacarina es uno de los más antiguos edulcorantes. Fue descubierto en 1879 por Ira Remsen y Constantine Fahlberg, de la Universidad Johns Hopkins. Químicamente es una imida o-sulfobenzoica. En la industria alimentaria se conoce con las siglas E954. La sacarina fue sintetizada en 1878 a partir de experimentos con derivados de la hulla, y se utiliza como edulcorante desde principios del siglo XX. Actualmente se obtiene mediante sintesis química del tolueno o de otros derivados del petróleo. La sacarina es aproximadamente 3 veces más dulce que el azúcar ya que el sabor dulce relativo de la sacarosa-sacarina es de 100-300, la sacarosa se toma como referencia dándole un valor 100 y la sacarina tiene un sabor dulce relativo de 300 entonces (300/100=3). La forma más utilizada es la sal sódica, ya que en la forma ácida es muy poco soluble en agua. Tiene un regusto amargo, sobre todo cuando se utiliza a concentraciones altas, pero este regusto puede enmascararse con otras sustancias. Es un edulcorante resistente al calentamiento y a medios ácidos, por lo que se emplea en la elaboración de productos dietéticos. Se usa como edulcorante no calórico, y en medicina cuando está contraindicada la toma de azúcar. Se emplea en la elaboración de bebidas refrescantes, en yogures edulcorados y en productos dietéticos para diabéticos. Dudas sobre la toxicidad de la sacarina Ya desde los inicios de su utilización, la sacarina se ha visto sometida a ataques por razones de tipo económico, al provocar con su uso la disminución del consumo de azúcar, así como por su posible efecto sobre la salud de los consumidores. En los años setenta varios grupos de investigadores indicaron que dosis altas de sacarina (5% del peso total de la dieta) eran capaces de inducir la aparición de cáncer de vejiga en las ratas. La sacarina no es mutágena. Su efecto en la vejiga de las ratas se produce mediante una irritación continua de este órgano producida por cambios en la composición global de la orina que, entre otros efectos, dan lugar a cambios en el pH y a la formación de precipitados minerales. El ataque continuo tiene como respuesta la proliferación celular para reparar los daños, y en algunos casos esta proliferación queda fuera de control y da lugar a la producción de tumores. Es interesante constatar que el efecto de formación de precipitados en la orina de las ratas se debe en gran parte o en su totalidad al sodio que contiene la sacarina, ya que la forma libre o la sal de calcio no producen este efecto. La sacarina no es pues carcinógena por sí misma, sino a través de su efecto como desencadenante de una agresión fisicoquímica a la vejiga de la rata, que induce la proliferación celular. Con concentraciones en la dieta (las utilizadas realmente por las personas) en las que no exista absolutamente ninguna posibilidad de que se produzca esta agresión a la vejiga, el riesgo no será muy pequeño, sino simplemente nulo.
El marcapasos
Más que por accidente, este fue un descubrimiento por error. Todo sucedió cuando en la década de 1950, Wilson Greatbatch procuraba construir un oscilador para grabar los sonidos del corazón. Por error, Greatbatch quitó una resistencia de una caja y luego de armar todo el dispositivo incorrectamente y probarlo, notó que emitía un pulso eléctrico rítmico, el cual permitió la creación del marcapasos.
El velcro
En 1941, el ingeniero Georges de Mestral se encontraba en un viaje de senderismo en Suiza. En contacto con la vegetación, notó como las rebabas (las semillas secas de plantas) se quedaban pegadas a sus pantalones. Al ver esto, pensó en recrear esto con ganchos y cintas con fibras enmarañadas en bucle. Patentó la creación en 1942 y desde entonces vendió un promedio de 55.000 km de velcro al año, volviéndose multimillonario.
Los imprescindibles post-it
La historia de los conocidos Post-it también forma parte de esta lista de descubrimientos al azar. El investigador Spencer Silver, que trabajaba en la compañía 3M, trataba de mejorar los adhesivos de acrilato. Lo que descubrió en realidad fue un adhesivo que "se formaba a sí mismo en pequeñas esferas y no conseguía pegarse con mucha fuerza". ¿Pero para qué podría servir?
Art Fry, otro de los investigadores de 3M, resolvió esta cuestión gracias a una frustración personal. Cansado de que el papel separador de las páginas se le cayera constantemente, pensó que el adhesivo de Silver podría utilizarse para construir notas adhesivas. Una historia cuanto menos curiosa, que une el azar con una aplicación práctica muy utilizada en nuestro día a día.
LSD: Todo empezó en un parto
Albert Hoffman era un químico que a finales de los años treinta trabajaba tratando de purificar los compuestos producidos por el cornezuelo de centeno, para así utilizarlo y evitar las hemorragias que se producen tras el parto.
De este modo consiguió aislar la dietilamida del ácido lisérgico, y trabajando con este nuevo compuesto en su laboratorio, lo ingirió por accidente, al caerse una gota en sus dedos. Contaba Hoffman en una entrevista que "estaba en el laboratorio y comenzó a sentirse extrañamente mareado, vio cómo los colores cambiaban, su humor también, tenía la impresión de que hasta su personalidad había variado". En otras palabras, el químico realizó "el primer viaje" sin quererlo, antes de el LSD fuera la conocida droga psicodélica famosa en los sesenta y setenta.
LSD La dietilamida de ácido lisérgico, LSD-25 o simplemente LSD, también llamada lisergida y comúnmente conocida como ácido, es una droga semisintética de efectos psicodélicos que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas. Los ensayos científicos realizados hasta el momento demuestran que la LSD no produce adicción y no es tóxica Es conocida por sus efectos psicológicos, entre los que se incluyen alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego. Se popularizó como parte de la contracultura de los años 60. Actualmente se usa como enteógeno y droga recreativa de forma ilegal y en algunos países en psicoterapia, como droga legal bajo prescripción médica.4 En países como Rusia y el Reino Unido se discute actualmente una propuesta para legalizar su uso terapéutico Origen. El químico suizo Albert Hofmann sintetizó por vez primera la sustancia en 1938 y en 1943 descubrió sus efectos por accidente durante la recristalización de una muestra de tartrato de LSD. El número 25 (LSD-25) alude al orden que el científico iba dando a los compuestos que sintetizaba. Los laboratorios Sandoz presentaron la LSD como una droga apta para diversos usos psiquiátricos. Muchos psiquiatras y psicoanalistas de los años 50 y 60 vieron en ella un agente terapéutico muy prometedor.7 Sin embargo, el uso extramedicinal del fármaco ocasionó una tormenta política que llevó a la prohibición de la sustancia, ilegalizando todos sus usos, tanto medicinales como recreativos y espirituales. A pesar de ello, algunos círculos intelectuales siguen considerando que tiene un gran porvenir como sustancia medicinal.8 Varias organizaciones, como la Fundación Beckley, MAPS, el Heffter Research Institute y la Fundación Albert Hofmann continúan financiando, promoviendo y coordinando la investigación sobre sus usos medicinales.9 Tras varios decenios de bloqueo, en 2008 el gobierno suizo dio luz verde a una investigación para averiguar si la LSD ayuda a los pacientes que sufren enfermedades incurables, como el cáncer, a disminuir su angustia. En 2009, la Fundación Beckley ha emprendido un estudio para explorar los efectos de la LSD en la actividad neuronal y su estímulo a la creatividad.
La Aspirina: En 1867 el cirujano británico Joseph Lister utilizó por primera vez el fenol para esterilizar heridas,vendajes y material quirúrgico. Así descubrió los antisépticos desinfectantes de uso clínico. Empezó la investigación de un antiséptico que pudiera ser administrado interiormente en pacientes que sufrieran enfermedades bacterianas. Era conocido que el ácido salicílico liberaba fenol en el organismo, de modo que tenían en sus manos el primer paso hacia este tipo de fármacos. Surgió así la primera aspirina, concebida en sus comienzos como antiséptico interno, hasta que se verificó que no era efectiva, no solucionaba la infección y además producía náuseas y alteraciones gastrointestinales en los pacientes. No obstante se observó que reducía la fiebre y el dolor, y aunque no servía como antiséptico, valía la pena la investigación de este nuevo fármaco como eficaz analgésico. Posteriormente fue el químico Félix Hoffman quien mejoró la fórmula inicial sintetizando el derivado acetilo del ácido salicílico.
La Vacuna: En 1796 Edward Jenner observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de «viruela de vaca» o «viruela vacuna» por el contacto continuado con estos animales, y que luego quedaban a salvo de enfermar de viruela común. Trabajando sobre este caso de inoculación, Jenner tomó viruela vacuna de la mano de la granjera Sarah Nelmes. Insertó este fluido a través de inyección en el brazo de un niño de ocho años, James Phipps. El pequeño mostró síntomas de la infección de viruela vacuna. Cuarenta y ocho días más tarde, después de que Phipps se hubiera recuperado completamente de tal enfermedad, el doctor Jenner le inyectó al niño infección de viruela humana, pero esta vez no mostró ningún síntoma o signo de enfermedad.
Coñac: Ese rico licor derivado de la uva, fue descubierto en la Edad Media cuando unos astutos mercaderes hervían el vino con el fin de evaporar el agua y así poder almacenar más. Luego de este proceso añadían nuevamente agua, hasta que un día a alguien se le ocurrió no agregar el líquido y beberlo tal cual.
El cognac
El cognac está elaborado a partir del aguardiente que se produce de la doble destilación de los vinos producidos en la región. El vino suele ser muy seco (poco contenido de azúcares), ácido, no necesariamente destinado a beber, pero con propiedades excelentes para el destilado. Se puede elaborar el vino de una lista cuidadosamente elegida de uvas. El vino pasa por un proceso de doble destilación en alambiques de cobre de tipo charentais o à repasse (denominados en inglés pot still). El diseño y las dimensiones de los alambiques están legalmente controlados. Tras las dos destilaciones, se obtiene un aguardiente incoloro con un contenido alcohólico de aproximadamente un 70% de alcohol. El cognac sólo puede ser vendido al público y denominado realmente 'Cognac', cuando ha pasado al menos dos años envejeciendo en barricas de roble, contados siempre a partir del final del periodo de destilación (1 de abril hasta el siguiente año tras su recolección). Durante el envejecimiento, el porcentaje de alcohol (y agua) en el aguardiente disminuye a causa de la evaporación que permiten las paredes de las barricas de roble. Esta fase se denomina "part des anges", o parte de los ángeles, una expresión que se emplea igualmente en la producción de whisky escocés. El alcohol evaporado favorece la aparición de un hongo negro, Torula o Baudoinia compniacensis, que crece en las paredes de los barriles y suele frenar la evaporación, sellando los poros de las paredes de los barriles de envejecimiento. El producto final es una mezcla con 40% de alcohol. Los productores de algunas marcas suelen añadir pequeñas proporciones de caramelo para colorear ligeramente los cognacs, por lo menos en una cantidad que no afecte al sabor final de la bebida, dado que el cognac no lleva azúcares añadidos. Una parte del aguardiente producido en la región se utiliza para la elaboración de otra bebida llamada Pineau des Charentes, mezclándolo con mosto de uva. El cognac entra también en la composición del Grand Marnier. Regiones de producción y definiciones legales La región de Cognac (que es técnicamente una commune en Francia département de Charente) está dividida en seis áreas de cultivo, también denominadas crus (en singular cru), que cubren por completo el departamento de Charente-Maritime, una gran parte del territorio de Charente y unas cuantas zonas de Deux-Sèvres y de la Dordogne. Los seis crus son en orden descendente en la apreciación de los coñacs que se elaboran en sus zonas: Grande Champagne, Petite Champagne, Borderies, Fins Bois, Bons Bois y Bois Ordinaires. Un coñac elaborado por el primero y segundo de estos crus (con al menos un 50% de la Grande Champagne) se suele denominar "fine champagne cognac" ("champagne" proviene etimológicamente de la palabra arcaica suelo calcáreo, una característica de ámbas áreas). Los aguardientes elaborados en estas áreas de Cognac deben cumplir unas reglas y requisitos para obtener la denominación de Cognac (bebida). Se controla y regula la producción, y si un aguardiente incumple la definición por fallo de algunos de sus requisitos, la oficina francesa del BNIC (Bureau National Interprofessionel du Cognac) puede retirar la definición de cognac para esa bebida. De esta forma, el brandy producido en cualquier parte del mundo fuera de Francia no puede ser denominado legalmente "cognac". Algunas de las reglas para lograr la definición son: Debe ser producido exclusivamente en la región francesa autorizada para la producción del Coñac (El departamento de Charente-Maritime, gran parte del departamento de Charente y algunas areas designadas de los departamentos de Deux-Sèvres y Dordogne) con un vino procedente de ciertas variedades de uva. Debe ser obtenido a través de una doble destilación en alambiques de cobre de tipo Charentais (pot still en inglés). Debe ser envejecido en barriles de roble, proceso que le confiere el color y aroma característicos. Los barriles no pueden haber contenido una bebida que no sea coñac. Muchos de los productores de cognac de la región de Cognac y de los alrededores planifican periódicamente visitas a las instalaciones para los visitantes que quieran conocer de cerca los pasos de la producción, promoviendo catas colectivas dedicadas exclusivamente a los visitantes. Tipos de coñac El coñac no sigue envejeciendo una vez embotellado. Cuando el cognac es el resultado de un ensamblaje, la edad que aparece en la etiqueta es la edad del aguardiente más joven que se incluye. Por ello, un cognac de 10 años puede contener también cognacs de 15 o 20 años. Las denominaciones oficiales del cognac según su tiempo de crianza son las siguientes: VS (Very Special) o ✯✯✯ (3 estrellas): coñacs cuyo aguardiente más joven tiene al menos dos años de añejamiento en barricas. VSOP (Very Superior Old Pale) o Réserve: coñacs cuyo aguardiente más joven tiene al menos cuatro años de añejamiento en barricas. Napoléon, XO u Hors d'âge: coñacs cuyo aguardiente más joven tiene al menos seis años de añejamiento en barricas.
Caucho vulcanizado: La materia prima de neumáticos, suelas de bototos y otros artículos, fue creada gracias a un peculiar accidente. A Charles Goodyear en 1839 se le derramó una mezcla de caucho (hidrocarburo elástico) y azufre sobre una caldera. El material se endureció y volvió impermeable. A este proceso llamó vulcanización.
La historia del caucho es antigua. Los mayas y los indígenas meso-americanos extrajeron el látex orgánico de los árboles de hevea brasilensis de los bosques americanos, transformaban esa viscosa sustancia en pelotas, y jugaban con ellas el juego de pelota, con connotaciones sagradas: los ganadores eran a veces, ejecutados ritualmente. Esas pelotas no podían durar mucho más que los jugadores ganadores. El caucho natural no curado se vuelve muy oloroso y en pocos días comienza a pudrirse. El proceso de putrefacción tiene, en parte, relación con la ruptura de las proteínas, como sucede con las proteínas de la leche, pero también a la ruptura de las largas moléculas de caucho a medida que se oxidan en el aire o en tierra La primera referencia al caucho en Europa aparece en 1770, cuando Edward Nairne vendía cubos de caucho natural de su hogar. Los cubos, con la intención de ser gomas de borrar, se vendían al altísimo precio de 18 chelines por balde. Desde mediados del siglo XIX, el caucho era un material novedoso, pero no encontró gran aplicación en el mundo industrial. Era usado en principio como goma de borrar, como dispositivos médicos para conectar tubos y para la inhalación de gases medicinales. Cuando los químicos descubrieron que el caucho era soluble en el éter, se hallaron nuevas aplicaciones en el mundo del zapato y en impermeables. A pesar de todo, la mayoría de estas aplicaciones eran en pequeños volúmenes y el material no duraba mucho. La razón de la falta de aplicaciones importantes era el hecho de que el material no era durable, era pegajoso, y en ocasiones se pudría liberando mal olor porque no estaba bien curado. La contribución de Goodyear La mayoría de los libros de texto dicen que Charles Goodyear fue el primero en usar azufre para vulcanizar el caucho. Dependiendo del lector, la historia de Goodyear es de pura suerte o de una cuidadosa investigación. Goodyear clamó que le correspondía el descubrimiento de la vulcanización basada en azufre en 1839, pero no patentó su invento hasta el 5 de julio de 1843, y no escribió la historia de su descubrimiento hasta 1853 en su libro autobiográfico, Gum-Elastica. Mientras tanto, Thomas Hancock (1786-1865), un científico e ingeniero, patentó el proceso en el Reino Unido el 21 de noviembre de 1843, ocho semanas antes que Goodyear ejerciera su propia patente en el Reino Unido. La Goodyear Tire And Rubber Company adoptó el nombre de Goodyear por sus actividades en la industria del caucho, pero no tenía ninguna otra relación con Charles Goodyear y su familia. Aquí está el relato de Goodyear sobre su invención, tomada de Gum-Elastica. Aunque el libro es una autobiografía, Goodyear eligió escribirlo en tercera persona, así que 'el inventor' y 'el' se refieren en el texto al autor en realidad. El describe el escenario de la fábrica de caucho donde su hermano trabajó. ... El inventor hizo muchos experimentos para verificar los efectos del calor en el mismo compuesto que se había descompuesto en las bolsas de correo y otros artículos. Él se sorprendió al encontrar que el espécimen, siendo descuidadamente puesto en contacto con una estufa caliente, se achicharraba como el cuero. Goodyear continúa describiendo como el intentó llamar la atención de su hermano y otros trabajadores en la planta, familiarizados con el comportamiento del caucho disuelto, pero ellos descartaron su observación, creyendo que era otro de sus muchos extraños experimentos. Goodyear afirma que intentó decirles que el caucho se derretía cuando se calentaba excesivamente, pero ellos lo siguieron ignorando. Goodyear infirió directamente que si el proceso de achicharramiento podía ser detenido en el punto correcto, podría hacer que el caucho se librara de sus adhesivos nativos, lo que implicaría una mejora sustancial sobre la goma nativa. Se convenció más de la validez de su intuición al descubrir que el caucho de la India no podía derretirse en azufre hirviendo ya que siempre se achicharraba. Hizo otra prueba calentando un tejido similar antes de probar con un fuego abierto. El mismo efecto de achicharramiento de la goma continuó; pero había muchos indicios satisfactorios de éxito en producir el resultado deseado cuando, sobre el borde de la porción achicharrada, aparecía una línea que no estaba achicharrada, pero sí perfectamente curada. Goodyear luego describe su mudanza a Woburn, Massachusetts, y cómo llevó a cabo una serie de experimentos sistemáticos para descubrir las condiciones correctas para la cura del caucho. ... Cuando se cercioraba de que había encontrado el objeto de su búsqueda y mucho más, y que la nueva sustancia era resistente al frío y al solvente de la goma nativa, se sintió ampliamente recompensado por el pasado y bastante indiferente a las pruebas del futuro. Goodyear nunca ganó dinero con su descubrimiento. Empeñó todas las posesiones de su familia en un esfuerzo por ganar dinero, pero el 1º de julio de 1860, fallecía cubierto de deudas por importe de más de 200.000 dólares.
Fósforos
Hennig Brand era un sencillo comerciante alemán que en sus ratos libres se dedicaba a buscar la piedra filosofal, es decir la sustancia milagrosa que pudiera transformar cualquier metal en oro u otro metal precioso. Hacia 1669 Brand estaba convencido de que se podía destilar plata a partir de la orina humana. Logró juntar decenas de litros en el sótano de su casa y luego de dejarla en reposo por dos semanas y de hacerla hervir durante horas obtuvo una especie de aceite rojizo y una materia esponjosa que se hacía hervir nuevamente hasta obtener una pasta.
Por supuesto que no consiguió producir plata, pero su frustración se convirtió en sorpresa cuando descubrió que el producto obtenido brillaba con un color verdoso y que al exponerlo al aire ardía de manera espontánea. Lo llamó fósforo que significa “portador de luz”, pero su invento no tuvo utilidad práctica hasta un siglo después en que un genial químico sueco perfeccionó el método para fabricarlo en grandes cantidades.
Hubo también una segunda casualidad. Un día de 1827 el químico inglés John Walker intentaba crear un nuevo explosivo. Al remover una mezcla de productos químicos (que no contenía fósforo) con un palito, vio que en el extremo de este se había secado una gota y para eliminarla la frotó contra el suelo del laboratorio, provocando que se encendiera. Así se inventó la cerilla de fricción.
La anestesia
Para calmar en algo el dolor agudo de una operación o una amputación, desde la Antigua Grecia se utilizó el jugo de las semillas de opio, el beleño o la mandrágora. El opio siguió usándose durante 2200 años, y aunque disminuía un poco el dolor, los pacientes continuaban despiertos y sufrían lo indecible. Los cirujanos debían emborrachar a sus pacientes y trabajar a toda velocidad para evitarles más sufrimiento, pero algunos de ellos morían a causa del shock causado por el dolor.
En 1844, un afortunado accidente cambiaría las cosas. El dentista Horace Wells asistía a un espectáculo del circo Barnum en el que se utilizaba óxido nitroso -o gas hilarante- para hacer reír a algunos participantes. El doctor notó que uno de ellos acababa de lastimarse seriamente una pierna pero no mostraba tener dolor. Al día siguiente el propio dentista se hizo sacar una muela sin sentir absolutamente nada; pero cuando quiso repetir el descubrimiento frente a sus colegas, fracasó con varios pacientes.
Aún no lograba dar con la dosis necesaria, pero la idea de quitar el dolor para fines quirúrgicos persistiría. Apenas dos años después, su colega William Morton utilizaba éter para anestesiar a un paciente, al año siguiente se usaba cloroformo para amputar la pierna de un herido de guerra. En el siglo 20 aparecerían anestésicos más seguros y efectivos como el pentotal. El dolor había sido vencido.