El tiempo es producto de los efectos de la energía sobre las dimensiones, cuando es representada en forma de masa o velocidades. Esto implica que no es lineal, puesto que su flujo cambia en cada ínfima parte del Universo, en relación a la influencia enérgica a la que esta zona es expuesta. Es algo que para un observador absoluto pasa siempre igual, pero para un sistema de observadores puntuales, no.
Esto se explica de una manera muy sencilla, y es que tú, estés donde estés, verás las cosas pasar igual de rápido en tu zona de efecto. Es como ir en una nave a 0.99 c, que aunque los eventos de fuera se sucedan más rápido, los eventos de dentro se suceden igual que si fueras a mucha menos velocidad, o fueras expuesto a grandes campos gravitacionales. Esto significa que para un observador absoluto, el tiempo es lineal.
Pero cuando nos adentramos en conjuntos de observadores, o cambios en el sistema de un único observador, es cuando este se convierte en curvo.
En definitiva, el tiempo pasa de manera diferente (es curvo) en un sitio en relación a otro. Si no los relacionamos, el tiempo es lineal. Vamos que el tiempo para una persona es lineal (siempre pasa igual de rápido) pero para ella en relación con su entorno, no.