Si me permitís el offtopic, plantear la educación como algo independiente de la materia y del alumno es inútil.
Cuando estudias a fondo la comunicación, observas que cada persona tiene una forma muy concreta y específica para entender conceptos abstractos, así como para captar su atención por parte del educador. Por poner un ejemplo, hay personas que son intuitivas, y prefieren tratar de comprender por ellos mismos cómo funcionan las cosas (siempre que se encuentren lo suficientemente motivados), en contraposición a las personas sensoriales que prefieren algo tangible y comprobable, como un manual, un experimento instantáneo, etc. Esto está relacionado en parte con el indicador MBTI, si os interesa.
Otra característica importante, a modo de ejemplo también, es el canal preferido, el sentido predilecto para formar esquemas mentales. Esto es lo que permite que tengas memoria fotográfica, o prefieras hacer una regla memotécnica para memorizar una fórmula con una rima, etc.
Cuando percibimos información, tenemos canales predilectos para organizarla en nuestra mente. Hay gente que con una explicación geométrica y visual, con un dibujo, puede entender algo a la primera. Otras personas requieren un enlace emocional a algo que recuerden y les sea familiar, otras personas necesitan pequeños trozos de información que puedan repetirse a sí mismos...
En definitiva, cada cerebro es un mundo, y la forma óptima o sub-óptima común para toda una clase puede ni existir. Por eso cuantas más herramientas, más dedicación del profesor a cada alumno y mayor disponibilidad de material y diversidad de canales y formas de explicar los conceptos, mucho mejor para los alumnos.