Los expertos añadieron que no está del todo claro por qué la peste aparece en los vecindarios más prósperos.
"El lugar en que ocurren casos de peste en humanos se relaciona con dónde viven las personas y cómo interactúan con su ambiente", anotó la investigadora líder Anna Schotthoefer, de la Fundación de Investigación Clínica Marshfield, en Wisconsin. "Esos factores pueden cambiar con el tiempo, haciendo que sean necesarias reevaluaciones periódicas de los factores que ponen a las personas en riesgo".
Este último estudio confirma informes anteriores de que vivir dentro o cerca de ambientes naturales que sustentan a la peste es un factor de riesgo de la peste humana, apuntó Schotthoefer.
La peste es provocada por una bacteria de movimiento rápido conocida como Yersinia pestis, que se propaga a través de picaduras de pulgas (peste bubónica) o del aire (peste neumónica).
El nuevo informe sale poco después de la hospitalización de un hombre de Oregón de unos cincuenta años, el 8 de junio, que sufre de lo que los expertos sospechan que es peste. Según The Oregonian, el hombre enfermó unos días tras ser mordido mientras intentaba salvar a un ratón de un gato callejero. El gato murió días después, según el periódico, y el hombre sigue en condición crítica.
Para el nuevo estudio, que aparece en la edición de julio de la revista Emerging Infectious Diseases, los investigadores usaron datos de la Oficina del Censo de EE. UU. para determinar la ubicación y el estatus socioeconómico de los pacientes de peste.
Desde 1976 han ocurrido unos once casos de peste al año en Estados Unidos, y la mayoría de casos se hallan en Nuevo México. También se ha reportado peste en unos cuantos estados más.
Aunque muchos casos se dieron en áreas en que el hábitat sustenta a roedores y pulgas, los investigadores también hallaron casos que ocurrían en vecindarios de clase más alta. En los 80, la mayoría de casos ocurrieron en lugares en que las condiciones de vivienda eran pobres, pero más recientemente, se han reportado casos en áreas prósperas de Santa Fe y Albuquerque, hallaron los investigadores.
"El cambio de regiones más pobres a regiones más ricas de Nuevo México fue una sorpresa, y sugiere que los propietarios de viviendas en esas áreas recién desarrolladas deben recibir educación sobre los riesgos de la peste", apuntó Schotthoefer.
Schotthoefer anotó que esas áreas más prósperas donde ocurrió la peste eran regiones donde se habían construido nuevas urbanizaciones en hábitats que sustentan a fuentes silvestres de peste, lo que incluye a ardillas terrestres y a ratas monteras.
La peste bubónica comienza con inflamaciones dolorosas (bubones) de los ganglios linfáticos, que aparecen en las axilas, las piernas, el cuello o la ingle. Al principio, los bubones son rojos, y luego adquieren un color morado oscuro, o negro. La peste neumónica comienza infectando a los pulmones. Otros síntomas incluyen una fiebre muy alta, delirio, vómitos, dolores musculares, sangrado de los pulmones y desorientación.
En el siglo XIV, una peste llamada la Muerte Negra acabó con las vidas de lo que se calcula fue del 30 al 60 por ciento de la población europea. Las víctimas morían rápidamente, unos cuantos días tras infectarse.
El Dr. Marc Siegel, experto en enfermedades infecciosas y profesor asociado de medicina del Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York, dijo que no espera ver ese tipo de brote nunca más.
"No se trata de una enfermedad del pasado, pero nunca se verá un brote masivo de peste en este país", afirmó.
"No tenemos los problemas de salud pública que teníamos antes, y las personas se confinarían rápidamente si alguna vez hubiese un gran número de casos", explicó Siegel.
Pero no es sorprendente ver peste en esas áreas más ricas, señaló.
"Sabemos que la peste solo existe donde hay animales salvajes, y una vez una fuente de peste ya está presente es probable que persista", explicó Siegel. "No se trata solo de la miseria, si no de dónde está la fuente".
Sin embargo, si la enfermedad se detecta pronto es tratable con antibióticos, añadió Siegel.