La nave espacial más veloz de la historia partirá hoy rumbo a Júpiter. A pesar de que será capaz de alcanzar velocidades de hasta 270.000 kilómetros por hora, Juno tardará cinco años en alcanzar su destino. Será en julio de 2016 cuando llegue a Júpiter, donde permanecerá un año recabando datos para ayudar a los científicos a averiguar cómo se originó y evolucionó este gigante gaseoso y, por extensión, el resto de planetas del Sistema Solar.
Si la tormenta tropical 'Emily' o algún otro contratiempo no lo impide, la nave despegará esta tarde desde Cabo Cañaveral (Florida). El lanzamiento está previsto para las 17:34 (hora peninsular española).
La nave no viajará en línea recta a su destino. Seguirá una trayectoria polar elíptica para evitar el cinturón de radiación más potente de Júpiter. Pero incluso así soportará una radiación equivalente a más de 100 millones de radiografías dentales (rayos X), muy dañina para sus componentes. A pesar de que estos viajan en una caja de titanio en la que la radiación es 800 veces inferior a la que hay fuera, ésta limitará la duración de la misión a un año debido a su gran poder destructivo.
El satélite se situará a una distancia de 4.800 kilómetros sobre las densas nubes de Júpiter, el planeta de mayor masa del Sistema Solar. Tras realizar 33 órbitas al planeta, Juno se desintegrará al caer por la atmósfera de Júpiter, donde se quemará como si fuese un meteorito.
Una misión 'verde'
Será la primera vez que una sonda viaje tan lejos de la Tierra propulsada sólo con la energía que le proporcionarán sus tres paneles solares: "Estamos utilizando células de alta eficiencia que han permitido que Juno sea una misión verde", explica a ELMUNDO.es la doctora española Michela Núñez, ingeniera del Laboratorio de Propulsión de la NASA (JPL, en sus siglas en inglés).
La científica española Michela Núñez, con una maqueta de Juno.
La científica española, que participa en esta misión, afirma que "el conocimiento del interior de Júpiter puede revelar procesos fundamentales de la formación y la evolución inicial de nuestro Sistema Solar, y las condiciones necesarias para la creación de planetas como la Tierra".
Aunque en el pasado ya se han lanzado algunas naves de exploración a este planeta, Juno se acercará más que ninguna otra a Júpiter. "En misiones previas sólo se pudo estudiar superficialmente la atmósfera de Júpiter, pero con Juno vamos a poder penetrar más gracias a instrumentos que operan a distintas frecuencias y que van a obtener datos en zonas con distinta profundidad y temperatura".
¿Cuánta agua hay?
Y es que, aunque los científicos han logrado averiguar datos sobre Júpiter y la etapa inicial de la historia de nuestro Sistema Solar, Núñez destaca que "hay algunas cosas básicas que no entendemos muy bien. No sabemos cuánto oxígeno hay, y ésta es la pieza más importante que nos falta del puzzle para poder entender cómo se formó el Sistema Solar. Algunas teorías sobre la formación de Júpiter predicen que su oxígeno pesa tanto como 20 Tierras. Tampoco sabemos si el planeta tiene un núcleo sólido o cómo y dónde se produce su potente campo magnético", afirma la científica.
Su misión más importante será medir cuánta agua hay en Júpiter pues este dato está directamente relacionado con la formación de todos los planetas y con la aparición de la vida en la Tierra. Los astrofísicos barajan dos teorías. Una de ellas defiende que Júpiter se formó aproxidamente en el mismo lugar que ocupa ahora y que su contenido de agua debería ser nueve veces mayor que el Sol. La otra teoría sugiere que se formó a una distancia mayor del Sol, y que después migró a su actual ubicación, con lo que tendría mucho menos agua. Los científicos esperan que Juno aclare cuál de las dos es la acertada o bien descartará ambas.
Homenaje a Galileo
Las intensas auroras son otro fenómeno que intriga a los astrónomos: "La aurora de Júpiter es una fuente de energía muy potente. Produce mucha más energía (aproximadamente un millón de MegaVatios) que la de la Tierra. Las emisiones de auroras, similares a las auroras boreales de la Tierra, fueron observadas en las regiones polares de Júpiter. Se han observado también relámpagos de luz sobre las nubes, similares a los superrelámpagos en las zonas altas de la atmósfera terrestre", explica Michela Núñez.
La NASA aprovechará esta misión para rendir homenaje a Galileo Galilei, que provisto de un telescopio muy básico ya fue capaz de descubrir en 1610 los primeros satélites de Júpiter.
Además de una placa con su nombre, a bordo viajarán tres figuritas de Lego de aluminio que representan al dios Júpiter, a la diosa Juno y al gran astrónomo italiano. Gracias a la tecnología de Juno, los sucesores de Galileo intentarán resolver algunas de las incógnitas sobre Júpiter
fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/04/ciencia/1312476941.html