Una de cada ocho especies de aves se enfrenta a la extinción
BirdLife International acaba de presentar el "State of the World’s Birds", un informe exhaustivo sobre el estado de las más de 10.000 especies de aves del mundo. El trabajo compila aportaciones de las ONG de 121 países que forman BirdLife International, entre ellas SEO/BirdLife como partner español, y se ha dado a conocer durante el Congreso Mundial de BirdlLife International, que se celebra esta semana en Ottawa (Canadá).
El informe muestra que la avifauna mundial sigue deteriorándose, ya que numerosas especies están cerca de la extinción y muchas otras muestran un declive escalonado. Las principales amenazas a las que se enfrentan son la destrucción y degradación del hábitat -en buena parte por las prácticas agrícolas- y el impacto de las especies invasoras son los dos motores más importantes del deterioro.
Conviene tener en cuenta que no se trata de datos puramente ornitológicos. Lo que muestra el informe es una radiografía del estado de la naturaleza global, puesto que las aves, por su ubicuidad y sensibilidad a las alteraciones de su entorno, son un gran indicador de lo que ocurre en el medio natural. “Los pájaros son un barómetro ambiental certero y fácil de leer y que permite ver claramente las presiones que nuestra actual forma de vida está provocando en el medio ambiente”, afirma Leon Bennun, director científico de BirdLife International.
BirdLife International es la autoridad oficialmente designada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para informar sobre las aves que deben ser incluidas en la Lista Roja de especies en extinción. En la última revisión, 1.313 especies (una de cada ocho del total mundial) fueron clasificadas como amenazadas de extinción. De ellas, 189 están consideradas como “En Peligro Crítico”. Desde el año 1500 se estima que se han perdido ya 150 especies de aves, un ritmo de desaparición que supera varias veces la pauta natural de extinción.
Las aves amenazadas no están igualmente repartidas entre los distintos grupos. Entre las más afectadas están por ejemplo grandes aves marinas como los albatros (el 77% de las distintas especies están amenazadas), grullas (73%), cotorras (29%), faisanes (21%) y palomas (20%). En general, las de gran tamaño y las que tienen tasas de reproducción bajas o territorios reducidos son las más vulnerables.
Desaparecen gorriones y golondrinas
Es muy alarmante, además, comprobar que muchas especies que hasta hace poco eran comunes y generalmente distribuidas estén sufriendo un agudo descenso en todo el mundo. En España, por ejemplo, los datos de seguimiento de avifauna llevados a cabo por SEO/BirdLife muestran un declive de aves tan conocidas como gorriones, golondrinas o perdices. A escala global, el fenómeno tiene lugar tanto en las regiones templadas como en las tropicales y en todo tipo de hábitats, como campos de cultivo, bosques y humedales, lo que alerta sobre problemas ambientales a gran escala. Hay excepciones: algunas poblaciones de aves son estables y otras aumentan, lo que se debe en parte a los esfuerzos por conservarlas y, también, a que hay algunas especies que prosperan mejor en ecosistemas alterados.
A pesar de ello, el mensaje más positivo y estimulante del "State of the World’s Birds" es que la conservación funciona. Cuando las amenazas para la avifauna se acometen con medidas bien orientadas, se obtienen éxitos. Algunas especies han sido sacadas del borde de la extinción mostrando espectaculares resultados en su recuperación. Y los hábitats degradados pueden restaurarse, asegura el informe, aportando centenares de casos de estudio sobre el terreno.
¿Qué os parece? El ser humano quiere convertir el cielo en un lugar gris donde sea imposible la vida. Aborrece el piar de los pájaros y su majestuoso vuelo, sólo desea fealdad, vacío y muerte en los cielos. Desea que los cielos sean un reflejo de sí mismo, de su mente, y no algo un poco más bello.