Ciclo de cine en Mediavida #1 - Edición Joyitas

Desde el principio Kobayashi ya nos pone en primer plano de lo que va a tratar la película y lo que rige la sociedad nipona: la espada. El orgullo, el honor, la lealtad y la servidumbre del samurai hacia su señor, con la hipocresía, el conformismo y los abusos por parte de aquellos que han nacido en las familias privilegiadas.

Esto puede apreciarse más adelante cuando el japo de mayor estatus social les dice a Mifune y Tatsuya que es una pena que no se batan en duelo, pero que es comprensible. En la sociedad japonesa la derrota equivale a la vergüenza, y en aquellos tiempos la reputación era algo tan importante que valía más la pena no arriesgarte a nada, que perder y quedar como un fracasado para el resto de tu vida. Esta mentalidad básicamente lo que hace es reprimir la ambición, así los poderosos siempre lo serán y la preocupación por la usurpación es mínima.

Rápidamente se nos introduce al líder del clan como una persona que hace con sus vasallos lo que le place y que se aprovecha de la lealtad ciega de aquellos a su merced, quitándose de encima los caprichos femeninos que se le antojaban y preparando matrimonios con el que le interesa sin importar lo que la familia o las mismas "víctimas" piensen y puedan negarse, ya que decirle que no al daimyo está al mismo nivel que la traición. Por ello una parte de la familia protagonista, con una mentalidad más tradicional y conformista (típica japonesa) se resigna a aceptar, mientras que Mifune simplemente se niega porque ahí no hay amor (y él sabe lo malo que es eso, porque lo ha vivido). Esta escena nos introduce la mentalidad más moderna y abierta que tiene y las repercusiones que traerán más adelante al desarrollo de la película.

Después de todo el follón que se arma y por el simple motivo de evitar represalias a la altura de la vergüenza, el exilio o algo incluso peor, entra en escena el conformismo de la sociedad japonesa, que no siempre es por culpa de la mentalidad de los individuos, sino porque la propia sociedad fuerza a las personas a ello. Dos jóvenes se ven forzados a casarse y formar un matrimonio sin amor por puro interés, pero por suerte de ambos, terminan enamorándose y ambas son buenas personas. Con ello vemos que no importa quién seas y de dónde vengas, la forma en la que estaba orquestada la sociedad en aquellos tiempos podía jugar una mala pasada a cualquiera.

Y por ese mismo motivo, el que ha unido en matrimonio a dos personas, decide separarles tras dos años por el mismo interés que les unió e inicia el conflicto real de la película: el abuso de poder causado por la falta de moral de aquellos que han nacido con autoridad.

Tal vez a más de uno le parece una estupidez, una pretenciosidad o no se había dado cuenta, pero hay un significado en las películas de esta época que suele usarse bastante en escenas donde hay un conflicto que intenta forzar a los implicados a algo que no quieren y se ven incapaces de resistirse. Siempre les vemos arrodillados en el suelo y cabizbajos: nos muestran que viven arrodillados, y que agachan la cabeza porque se conforman con lo que les ha tocado, diciéndose que tampoco está tan mal. Pero aquél que está de pie les mira desde una posición elevada porque no va consigo la conformidad de arrodillarse. No está conforme porque en toda su vida, la única cosa que le ha parecido real es el amor que había entre su hijo y su nuera y va en contra de sus principios que ahora se tengan que separar.

Pero la propia familia llega a interponerse en las nobles intenciones de Mifune, porque es cómo se han criado y lo único que conocen. No saben decir que no a su señor, porque las consecuencias pueden ser terribles y prefieren conformarse con el mal menor, aunque ello signifique romper lo único bueno que hay en toda la película. Por ello el hermano menor da la espalda con vergüenza a su hermano y padre, no está a su altura y él lo sabe. Si os fijáis ni el hermano ni Mifune se enfadan con él, ni intentan pegarle ni nada, porque saben que de nada sirve y que es más culpa de cómo funciona el mundo que suya.

Kobayashi nos muestra visualmente el punto de no retorno de la historia, donde las tres personas que han ido moviendo los hilos poco a poco quedan rodeados por la oscuridad que ellos mismos han volcado en las familias y el clan e intentarán retroceder y que no haya represalias para no manchar la reputación del clan, pero no servirá de nada.

Se arma el conflicto, corre la sangre, los que menos se merecían morir pierden la vida en un conflicto causado por el mismo líder que juraron proteger, pero ni la sociedad, ni el conformismo, ni la hipocresía han podido separar a las únicas dos personas que han estado juntas porque se querían, aunque al principio no fuera así.

Debido al inconformismo y dolor causado por los que una vez fueron sus compañeros, Mifune lentamente alimenta su rabia mientras entierra a sus seres más queridos mientras sujeta el único motivo que le queda para luchar: su nieta.

Pero ni sus nobles intenciones en la sociedad japonesa pueden hacer que las amistades de toda la vida renuncien a su obligación como samurai, ya que su orgullo y honor está por encima de todo. El mismo motivo que durante toda su vida no les ha permitido batirse en duelo, hace que ahora se vean incapaces de evitar este enfrentamiento a vida o muerte.

Sienten un profundo respeto el uno por el otro y por ello si Mifune pierde la vida, Tatsuya tomará responsabilidad por lo que ha tenido que hacer y criará a la nieta de su amigo de toda la vida. Así que le permite alimentarla y resguardarla del frío, para que esté bien hasta que su duelo termine.

Tal vez a más de uno le resulta gracioso en las películas de samuráis que muchas veces las dos personas que van a batirse en duelo se tiren largos minutos mirándose el uno al otro sin ni siquiera desenvainar la katana, pero esto es por dos motivos:

• A nivel de esgrima, el ataque más rápido e impredecible, al igual que la defensa menos anticipable es cuando tienes la espada envainada: es imposible saber por qué ángulo te vendrá el ataque, al igual que es imposible saber si el defensor se ha anticipado a tus intenciones y sabe por dónde vas a atacar.

• El segundo motivo es porque esto te muestra el enorme respeto que sienten por las habilidades de cada uno y atacar a ciegas, sin estudiarse bien lo único que traerá será una derrota rápida.

¿Al final quién gana? El que tenía una mayor responsabilidad y motivo para vivir y así lo dice Tatsuya, no ha sido un 1 vs 1, sino un 4 vs 1, porque Mifune cargaba en sus hombros el peso de su hijo, su nuera y su nieta.

Por desgracia nuestra Kobayashi no tarda mucho en recordarnos que tal vez esto es una película y hemos visto unas pequeñas escenas de nobleza y romance, pero el peso de la realidad cae sobre nosotros y en esta vida una sola persona no puede cambiar el curso de la historia ni el funcionamiento de la sociedad humana. La rebeldía de un hombre nunca servirá de nada en la cerrada y estricta sociedad japonesa, donde el individuo no importa.

Y así yace el hombre más noble de la película, en mitad de la nada y con mil cortes causados por aquellos que una vez fueron sus vecinos y compatriotas.

Un buen ejemplo de esto es el momento de la muerte de Ichi.

del porqué no desenvainar en combate hasta el último momento