Hace unos horas había manifestado lo siguiente:
además de ese final que eleva el interés por las nubes por la última entrega (otra cuestión es si estará a la altura, lo cuál he de comprobar)
https://www.mediavida.com/foro/cine/multiple-split-2017-thriller-m-night-shyamalan-546746/8#213
Y por desgracia, como se acostumbra últimamente en el medio, parece misión imposible mantener un nivel elevado y constante en una saga. Se suele decir con frecuencia aquello de que segundas partes nunca fueron buenas, pero donde yo veo el problema, es en la tercera entrega. Escasas sagas recientes conozco que mantengan el nivel a esas alturas y por desgracia, esta no ha sido la excepción.
La película inicia con unos 20 minutos prometedores, para pasar a una hora y media central estirada hasta la extenuación y concluir con unos 20 minutos finales decepcionantes,.
Y no, no es porque no se trate de clásica historia de superheroes, no es porque se haga una deconstrucción del género, es por un guión calamitoso repleto de despropósitos por doquier para "justificar" los giros argumentales. Ya había expuesto en el caso de Múltiple que existían algunas conveniencias argumentales que uno dejaba pasar por alto fruto de la gran atmósfera creada, pero aquí es imposible obviarlas, porque son excusas tan peregrinas y artificiales, que simple y llanamente no se sostienen ante una mirada mínimamente crítica y racional.
Entre los principales pecados de la trama, se encuentran:
spoilerUna organización ultra secreta que se saca Shyamalan de la manga en el tramo final. Ni una pista, ni una sugerencia, ni un indicio, nada de sutilidad, de repente va y te dice a la cara: "oye, que hay una organización secreta que impera desde hace milenios, cuyo propósito y objetivo es a exterminar a cualquier ser sobrehumano para mantener el equilibrio". Así tal cuál, en caliente...
Que Elijah también planificara la muerte del padre de Kevin para despertar en él la bestia y crear la antítesis de David, me genera excepticismo, pero puedo dejarlo pasar por alto. Lo que no es viable ni factible, es todo el despropósito que se revela en los minutos finales para justificar su "brillante plan".
Resulta que una persona que lleva encerrada entre 15 y 19 años, que cuando fue encerrada estaba prácticamente en los inicios de internet y presumiblemente, sin contacto alguno con dicha tecnología ni el avance de los ordenadores desde principios de los 2000, es capaz en unos minutos de acceder al código fuente del complejo psiquiátrico, hackear todas las cámaras para que transmitan en directo lo que sucede y para más inri, atención a la jugada, que esas grabaciones sean enviadas específicamente a su madre, el hijo de David Dunn y a Casey (acompañadas encima con su correspondiente nota de voz), para que luego ellos lo difundan por la red.
Una cosa es que el tío sea un genio y otra Dios, no fastidies. Ya no sólo es capaz de emplear y manejar una tecnología que le es ajena cuál hacker, sino ser capaz encima de localizar la IP de personas que no conoce de nada (al hijo de David lleva entre 15 y 19 años sin verle como para saber donde reside y a Casey la conoció un par de días antes del clímax de la cinta).
Eso por no hablar de que las lentes que retiró antes de que le intenten practicar la operación de su lóbulo frontal, están al alcance de la vista de cualquiera, en su mesa y no se percata ni Dios, a pesar de que le graban y monitorean 24 horas al día...
Lo siento mucho, pero es ridículo, inverosímil y absurdo de narices.
Y de esa manera es como Shyamalan con giros de guión sumamente bruscos y forzados, destroza el desarrollo de la obra y lo convierte en un ejercicio abominable. Mira que no había empezado mal y tenía premisas interesantes, como todo el aspecto psicológico de intentar hacer creer que todas las vivencias superheroicas eran fruto de una sugestión, pero lo tira todo por la borda con una duración extenuante y un guión mal ejecutado.
Decepcionante cierre de la saga que no merecía esta penosa conclusión.