Siempre me he preguntado lo mismo cada vez que he hecho alguna que otra aparición por FilmAffinity para tener alguna idea de cara a la película que me gustaría ver.
¿Es de vital necesidad hacer una descripción de una película (o filme, si quieres quedar bien) como si de un novelista ruso del Siglo XVII se tratase?
¿Qué pasa, que no se puede describir de forma natural? ¿Qué pasa, que el crítico en cuestión puede llegar a perder toda su credibilidad?
"Ey, este tío tiene un dominio plausible de la dialéctica, ergo la película es buena"
No sé, es como si me pongo a ver Doraemon y después me paso por FilmAffinity y pongo:
«¡Oh, Doraemon! Magnífica e impredecible obra eclesiástica denominante por el ábrego de Takashi Yamazaki. ¡Qué perlesia, qué prosa, qué maravilla de la impecabilidad de su epifanía fotográfica exasperante y qué hieráticos los comentarios colindantes de los cuales me mantengo escéptico no siendo pérfido pero sí proselitista. ¡Por Dios, qué algarabia! ¡Qué fotografía, qué puesta en escena, qué téticro y lúgrube plano mudo!»
Deleitando con terminología cinematográfica excesiva y palabras que se utilizaban hace 300.000 años que denotan mucha más fuerza si cabe y que ni yo mismo entiendo qué hacen unas juntas con las otras si no pintan nada, pero que a su vez maquillan con ganas el mensaje.
Pues así son la mayoría de las críticas de cine en este tipo de páginas web.