Sí, es un refrito del IV, han ido a lo seguro para asegurarse el éxito y (quizás, espero) dejar lo de arriesgarse para las siguientes. También es cierto que hay ciertos elementos de dudosa coherencia en la película, pero también es innegable que muchos de esos "fallos" (que lo son según la opinión de cada uno) también están presentes en la trilogía original pero al ser eso, la trilogía original, parece que allí se perdonan. Es algo que llevo pensando ya varios años, que la forma de ver el cine es muy diferente hoy en día por desgracia y que si hoy se estrenaran muchos clásicos de hace 30 o 40 años serían criticados sin cesar (y uno de los grandes pilares de esa ferocidad en las críticas es la fiebre de querer que lo expliquen todo al detalle, cosa que antiguamente no se llevaba y estábamos mejor). Al respecto de este episodio VII en concreto he leído ya muuuchos debates en internet, muchos cíclicos, pero la verdad, cuando se empieza a medir si tiene sentido que Fulanita venza a Menganito porque Fulanita ha entrenado X tiempo y Menganito Y, y bla, bla, bla... me parece que se va todo a la mierda porque se pierde la perspectiva de lo que hizo grande a la trilogía original y lo que, en mi opinión, convierte a este episodio VII en un acierto. Esto no es Dragon Ball para tratar de medir los niveles de fuerza de cada personaje con regla.
Pero a lo que voy, que pese a los problemas que tiene (como cualquier película, pues no existe nada perfecto), yo la disfruté muchísimo porque me pareció que acertó precisamente en lo que necesitaba acertar: en el tratamiento del legado de la saga. Vuelve el misticismo y la reverencia a los iconos de la saga. Salvo el sable de Kylo Ren, el mítico sable azul no se enciende hasta el último tercio de la película, y cuando lo hace sientes la importancia de ese elemento, su fuerza y su magia. Lo mismo con la Fuerza en sí: si en las precuelas la usaban para hacer levitar peras o empujar a ancianos de manera "meh", aquí sientes la fuerza de la Fuerza (valga la redundancia), impone ver a los personajes hacer uso de ella.
Y ya entrando en temas algo más específicos, me han gustado los personajes. Todos. Los viejos están ahí para pasar el testigo pero se consigue un equilibrio perfecto para que no parezca que están ahí porque sí ni tampoco eclipsen a los personajes nuevos, que son los protagonistas de esta trilogía. Lo cual está muy bien llevado porque, cuando acaba la película, me interesa saber qué va a pasar con Rey, Finn, Kylo... Y esa es otra, yo soy de los encantados con Kylo. Aplaudo la intención de coger la clásica historia del héroe que evoluciona, de ser un don nadie a un héroe tras un viaje de preparación, y hacer lo mismo pero con un villano, pues es habitual que los villanos ya estén formados desde el primer momento de la mayoría de obras de aventuras. Es algo original, interesante, y me apena ver a tantísima gente que no lo ha entendido diciendo que es un niñato enrabietado. De hecho me frustra ver a esa gente asociar a Kylo con una especie de toque Disney por ser joven, impetuoso y dudar sobre sí mismo. Claro, porque como todos sabemos, un villano gris, con dudas acerca de su propia naturaleza y predispuesto a evolucionar es algo muy propio de Disney, al contrario que un badass chulo que es malo malísimo porque sí como Vader (y que conste que adoro a Darth Vader).