A mi me dolió un poquito (pero sólo un poquito, que ya son años y el tiempo te curte la espalda) toda la magnífica (y merecida) respuesta del club y más que nada los jugadores ante los primeros días de la acogida de Ibai.
Sentía que éramos como los fans de la grada sur, que les habían seguido siempre, los que teníamos las banderas ya descoloridas, y los Charizard desteñidos. Y a pesar de eso, se fue a hacer los honores a los recién llegados, pasando por delante de nosotros sin mirarnos. Tal vez esperaba, ingenua yo, que igual que Alex se había acordado de nosotros irónicamente, esta vez hubiera, aunque fuese en voz bajita, otro recuerdo, pero ahora bueno de veras.
En fin, ojalá también esté KOI entendiese que crear fanbase, como cualquier otra relación, es una carretera de doble sentido.