La política siempre dio más de si que los jueguitos. ¿Creéis que podéis juzgar el arraigo de unos trabajadores simplemente porque sus pagadores no se lo reconozcan?
Solamente las personas físicas pueden elegir donde quieren pertenecer. Las empresas tienen que pertenecer a donde la regulación les diga.
Todo lo demás va en contra de la competición, de los jugadores y de los trabajadores.