Los Mossos d'Esquadra detuvieron a una red de estafadores que engañaba a empresarios con falsas inversiones de jeques árabes. En las estafas están implicados el presidente del Getafe, Ángel Torres, y el del Espanyol, aunque el club perico fue alertado a tiempo del engaño.
Al presidente del Getafe le prometieron una inversión de diez millones de euros que no llegará, pues dicho jeque no existía. El jeque con el que los empresarios se reunían era, en realidad, un camarero brasileño a quien pagaban 50 euros para que se disfrazara de árabe. Los estafadores prometían inversiones, pero a cambio las víctimas debían ingresar una especie de aval. El dinero de los árabes, sin embargo, nunca llegaba.
La banda, ubicada en Barcelona y Sabadell, se dedicaba a adquirir empresas en situación económica delicada con la única finalidad de sacar provecho de todos los activos de éstos sin hacer frente a los compromisos adquiridos con los titulares. Entre los siete detenidos -seis españoles y un dominicano- se encuentran los dos jefes de la organización, a los que la policía imputa los delitos de estafa, apropiación indebida, insolvencias punibles, delitos contra la hacienda pública y de organización criminal.
Los detenidos contactaban con los empresarios asegurando que ellos eran los intermediarios de jeques árabes poseedores de grandes fortunas y que éstos estaban interesados en adquirir o formar parte de su negocio. Explicaban que estaban dispuestos a financiar hasta cinco millones de euros en los proyectos que les interesaban -desde clubes de fútbol a clínicas dentales- obteniendo una garantía crediticia de un banco ubicado en el extranjero, y las víctimas tenían que ingresar un aval que servía como garantía para liberar la cantidad prometida por los jeques.
Tremendo a lo que se está llegando, menos mal que se ha descubierto a tiempo y se han evitado males mayores.