Fue descorazonador. El Real Zaragoza acababa de recibir una manita en La Rosaleda y la salvación se podía situar más allá de los once puntos. Por extraño que parezca, la situación era aún más dramática. El abatimiento y la desesperanza que transmitía todo el equipo habían provocado que hasta el más optimista e inquebrantable de los aficionados zaragocistas tuviera que inclinar levemente la cabeza hacia el suelo. El corazón del equipo apenas latía y los pulmones de la afición funcionaban de forma asistida. En rueda de prensa, Manolo Jiménez pareció firmar el acta de defunción que todos esperaban: de forma prematura, en la jornada 25, el Real Zaragoza había abandonado la Liga BBVA.
--
Los chicos de Ecos y en particular Miguel Quintana trajeron esta maravilla hace unas semanas, pensé en ponerlo en MV y al final se me acabo pasando. Ahora, a falta de dos jornadas, recomiendo que lo leáis, yo en los primeros párrafos ya tenía los pelos de punta.