Articulo de opinión muy interesante en blogosasuna http://www.blogsasuna.com/2012/09/08/athletic-de-bilbao-cuando-la-realidad-supera-al-romanticismo/
Llevaba tiempo con ganas de escribir sobre la polémica que ha surgido este verano en Lezama con Fernando Llorente y Javi Martínez. Asistí anodadado a la rocambolesca salida del canterano de Osasuna y a la esperpéntica nota de prensa firmada por Josu Urrutia, presidente del Athletic de Bilbao. Necesitaba tiempo para ordenar mis pensamientos, y tuvo que llegar un viernes noche sin salir de casa para publicar este artículo:
1. Sobre la visión romántica del Athletic
Es cierto que en Bilbao sucede algo diferente al resto de ciudades del Estado: todo el mundo es del Athletic, le guste o no el fútbol. He estado en varias ocasiones en La Catedral y, sin duda, es un estadio diferente. Es un patrimonio de la gente, de la afición, del pueblo, y eso sí que no se puede comprar. Pero hasta ahí llega el toque romántico. La estructura del club está sustentada, al igual que otros ‘grandes’, en una red de ojeadores y representantes que literalmente siegan las canteras de clubes vecinos, como Osasuna, por medio de los clubes convenidos. Es decir, equipos a los que, previo pago de una determinada cantidad económica, pasan a incorporar a su estructura de cantera. El romanticismo del Athletic se choca de bruces desde su origen con aquellos que denominamos fútbol moderno. Su mayor poder económico atrae a los mejores valores de la zona. Lógico, a la par que revelador.
2. Jugadores ‘foráneos’
El año pasado el Athletic llegó a jugar sin futbolistas vizcaínos, de la tierra. Guipuzcoanos y navarros cuentan en sus mini-estados con clubes de primer nivel en los que por lo general se miran los más pequeños, pese a lo que existe la tendencia en Bilbao a creer que todo vasconavarro ha nacido con el objetivo de jugar en Lezama. O que al llegar a la capital vizcaína sus aspiraciones deportivas quedan saciadas y pronto se convierten al ‘athletic-cismo’. Pero no han mamado el Athletic desde pequeños, sus aitas no les han contado historias del Athletic de Iribar, Dani o Sarabia, no acostumbran a tener pósters de los leones en sus cuartos de txikis, no han visitado San Mamés de críos y se han quedado prendados del ambiente… Eso no se compra. Se puede tomar prestado; pero no se compra. Y al final, cuando el jugador tiene decidido cambiar de rumbo, no tiene ese telón de acero que son los sentimientos. En este caso concreto, Javi Martínez avisó a Urrutia con antelación que iba a presentar una oferta del Bayern de Munich. No cedió el presidente, el de Ayegui optó por dejar las formas a un lado y lanzar un órdago. Un pulso entre un jugador enfadado y un presidente herido en el orgullo con la afición rojiblanca en medio, que aguarda un mensaje de despedida de ‘Javitxu’.
3. Athletic de Bilbao: 7/10
Los jugadores del Athletic de Bilbao obtienen una nota de bien alto/notable. Un siete sobre 10 en líneas generales. Consciente de su mercado limitado, acaparan a los mejores jugadores vascos del momento. Pagan unas fichas que doblan o triplican a las de Real Sociedad u Osasuna, por lo que no tienen problemas en recolectar a los mejores talentos del entorno. Ahora bien, cuando los jugadores superan un determinado listón que llama la atención de ojeadores de clubes más potentes, ahí llegan los problemas.
Nadie ha llamado a Ibaigane para preguntar por Urrutia, Ziganda, Susaeta o Toquero. Podrán decir que ellos nunca se moverían de Lezama. Correcto, pero es que en su cabeza nunca ha entrado un objetivo más ambicioso como ganar Ligas o Champions debido a su limitación futbolística. Se puede decir que encontraron la horma de su zapato: un equipo importante, con una masa social incomparable y con unas metas económicas que en ningún otro sitio podrían haber logrado. Y si se dan casos de clubes que se fijan en jugadores de notable alto tales como Urzáiz o Iraola, saben reconocer su esfuerzo con una suculenta ficha económica que la competencia no puede igualar.
Urrutia ha dispuesto de tres joyas la pasada temporada, tres ‘top’ como diría Mourinho. Dos de ellos ya han movido ficha. El otro, Iker Muniain, guarda tanto talento en sus botas que es cuestión de años que un Madrid, Barça, United o Juventus venga a por él. Han jugado Eurocopas, Mundiales, compartido vestuario con compañeros no mucho mejores pero con una camisa repleta de galones. Se imaginan compitiendo contra los mejores cada año. Quién sabe si levantando trofeos, pero al menos peleando por ellos. En Bilbao no les falta nada. Es más, les sobra de todo: cariño, reconocimiento y pasión.
4. Fútbol moderno: caretas fuera
Podemos llamarlo mercado, fútbol moderno o simplemente un trabajador que quiere ir a una empresa más grande. Un empleado muy bien retribuido, pero sigue siendo una persona con ambiciones, que se compara con sus compañeros de profesión, no con la panadera de la esquina. Recapacitemos y miremos si todos no haríamos lo mismo. ¿Qué puede frenar esta ambición? La ideología. Un valor a la baja, además, que no abunda entre los futbolistas.