Yo creo que no hace falta esperar a que termine la temporada para valorar que el upgrade en el cuerpo técnico es evidente. El equipo sale enchufado, se nota la intensidad y cuando el entrenador ve algo en el campo que no le gusta de su propio equipo lo asume y lo reconoce sin problemas.
Xavi era todo lo contrario: el equipo salía a verlas venir, faltaba intensidad por todos los lados y cuando algo salía mal tenía un elenco inagotable de excusas.
Independientemente del juego (que el Barça está jugando bien, aunque todavía queda enfrentarse a equipos grandes, sobre todo en Europa) el cambio para bien es más que evidente.