La SD Eibar atraviesa un momento histórico, pero no todo son sonrisas en la entidad 'armera'. El combinado vasco ocupa la primera posición de la Liga Adelante, convirtiéndose en la gran revelación de la categotía de plata del fútbol español. Sin embargo, la gran situación deportiva que vive el equipo entrenado por Gaizka Garitano nada tiene que ver con los problemas institucionales del club: deberá pagar algo más de 1,7 millones si no quiere perder la categoría.
Escasos días atrás, el Consejo Superior de Deportes se puso en contacto con el Eibar para confirmarle que debía ampliar su capital social con una cantidad de 1.724.272,95 euros antes del 6 de agosto para no sufrir un descenso administrativo. El motivo radica en la aplicación de un Real Decreto que obliga a todos los clubes de las categorías profesionales -esto es, Primera y Segunda- a cubrir un capital social mínimo que el Eibar debe satisfacer.
Según ha podido saber El Confidencial de fuentes de toda solvencia dentro del club, la cantidad económica que hay que satisfacer según este Real Decreto se calcula con la media de gastos de los clubes de la categoría de hace dos temporadas -en este caso 2011-12-, de la que quedan exentos los dos clubes con más y menos gastos. De ahí resulta la cantidad de 2.146.525 euros, cantidad a pagar menos el actual capital social del club, de 422.253 euros.
Este Real decreto se aplica todas las temporadas, pero es siempre obligatorio para aquellas entidades que llevan más de dos temporadas consecutivas en una categoría no profesional, como es el caso del Eibar. Por ello, el club debe cubrir esta cantidad, para lo que tiene de plazo hasta el 6 de agosto para satisfacer el pago. En caso de no hacerlo, el equipo descendería a Segunda B, una situación 'extraña', más si el equipo lograra un hipotético ascenso.
Un líder inesperado en Segunda
Tras veinticinco jornadas disputadas, el Eibar lidera la Segunda División con 42 puntos. Los 'armeros' no han jugado nunca en Primera y, de seguir con su gran hacer, el combinado de Ipurúa podría lograr el primer ascenso de su historia esta temporada. Aunque queda mucha campaña por delante, los de Gaizka Garitano están mostrando gran solvencia y un recién ascendido está plantando cara a los 'gallos' de la categoría.
Con poco menos de 4 millones de presupuesto, el humilde combinado vasco está por delante de históricos como el Deportivo, el Sporting, el Recreativo, el Zaragoza, el Mallorca o el Tenerife, entre otros. Pero su buen hacer en lo deportivo puede verse empañado por la necesidad de cubrir el mínimo del capital social. Es decir, puede darse el caso de que el club ascendiera a Primera, pero se viera obligado a jugar en Segunda B.
Por si fuera poco, la fecha límite para afrontar las cantidades necesarias no ayuda: 6 de agosto. Con un hipotético ascenso, puede darse el caso de que el club se encuentre en plena pretemporada sin saber si conformar un equipo para competir al más alto nivel o para pelear por conseguir de nuevo el ascenso a la Liga Adelante. Y el Eibar tiene claro que va a pelear hasta el último segundo para tratar de evitar el descenso administrativo.
Ya la pasada temporada, el Mirandés se vio obligado a sufrir la misma situación, salvando la categoría en el último minuto, de manera literal. Aún se recuerdan las imágenes de Pablo Infante corriendo por las calles con el objetivo de llegar a realizar el pago antes de las 23:59 horas, situación que ha permitido a su equipo competir este año en Segunda. El Eibar no quiere ser menos, pero con una razón de más: quién sabe si lo que les espera es la Primera.
Otro caso mas para avergonzar al CSD y a José Ignacio Wert.