Fabio Coentrao, el último pufo del Real Madrid

Veo jugar una vez más a Fabio Coentrao y sigo, incrédulo de mí, sin ver las cualidades por las que el Real Madrid pagó 30 millones de euros por este jugador. Seguramente que Coentrao tiene unas cualidades innatas para jugar al fútbol, que le han traído hasta el Real Madrid. Pero esas cualidades deben estar muy escondidas dentro, muy dentro, del jugador portugués. Sólo verle correr y ya te vas dando cuenta de que este tipo no es jugador para el Real Madrid. Aquella frase que Florentino Pérez convirtió en tópico de “ha nacido para jugar en el Real Madrid” no es aplicable a Coentrao. Porque Coentrao no jugaría, casi con toda seguridad, que siempre puede haber sorpresas, en muchos de los equipos que componen en la Liga BBVA. De hecho, Coentrao estuvo en el Zaragoza y salió por la puerta de atrás.

La jugada que ha colmado el vaso de mi paciencia fue una en la segunda parte del encuentro del otro día en Getafe. Precisamente ante el Getafe, en la primera vuelta, Coentrao ya falló un gol a puerta vacía tras chilena al palo de Cristiano Ronaldo. En aquella ocasión, la única oposición que tuvo fue él mismo, su ineptitud. El otro día, Coentrao corrió un balón en profundidad y, cuando lo más fácil hubiese sido dar un pase raso para Cristiano y que éste marcase sin oposición, Coentrao centró, pero lo hizo tan alto que la jugada acabó en saque de banda para el Getafe. Eso no es un fallo menor.

Estoy seguro de que Coentrao juega en el Real Madrid porque José Mourinho es el entrenador. El día que Mourinho se vaya, Coentrao tendrá que irse con él o esperar al que venga para que le dé la carta de despido. Este empecinamiento con Coentrao me recuerda mucho al que Vujadin Boskov tenía con Isidro Díaz, mítico jugador blanco muy contestado por la grada del Bernabéu. La diferencia entre estos dos futbolistas es muy grande en favor de Isidro, éste es madridista y procedía de la entonces prolífica, ahora denostada, cantera del Real Madrid. Además, Isidro metió goles decisivos; Coentrao lo único decisivo que ha metido, de momento, ha sido un gol por toda la escuadra a Florentino Pérez.

Porque en el Real Madrid siempre han jugado los mejores jugadores del mundo, pero también ha habido pufos. Algunos de ellos inexplicables, como Coentrao. El primero que recuerdo, casualmente lo fichó Santiago Bernabéu. Se trata de Oscar ‘Pinino’ Mas, un extremo zurdo procedente del River Plate al que le pudo la presión de tener que hacer olvidar al mítico Paco Gento. Mas sólo estuvo un año en el Real Madrid. No fue el único. La lista es larga y en ella podremos encontrar a jugadores como Edwin Congo o Freddy Rincón, ambos colombianos. El primero fue fichado por un vídeo en el que metía un gol de tacón con su equipo, el Once Caldas; el segundo fue una petición de Jorge Valdano a Ramón Mendoza. De Mendoza podemos recordar a Vítor, el otro Cafú; Predag Spasic, conocidísimo por marcarse goles en el Camp Nou; Mino, famoso por su despeje con la mano en un partido contra el Bayern Munich, Esteban o Villarroya. Lo de este jugador era realmente curioso, porque Villarroya, incomprensiblemente, fue internacional e, incluso, jugó un Mundial. Villarroya era un jugador de banda, que regateaba hacía afuera, de tal manera que el balón siempre se le iba por la línea de banda. Y reincidía en su error una y otra vez y se sorprendía cada vez que sucedía.

De la etapa de Luis de Carlos tenemos varios casos también. Por ejemplo, Johnny Metgod, un central holandés de casi dos metros, con muy buenas referencias en el juego aéreo. Nunca marcó un gol de cabeza con el Real Madrid. Y su rendimiento, por supuesto, no fue el esperado. También podremos añadir a Julio Suárez, jugador canario que vino como gran estrella de la U. D. Las Palmas, pero que apenas contó en el Madrid. Lozano, estrella en el Anderlecht y estrellado en el Real Madrid. Y Carcelén, un tipo que vino del Hércules y cada vez que salía temblaba el Bernabéu. Afortunadamente salió poco. El más prolífico a la hora de fichar bluf fue Lorenzo Sanz. Su lista es larga y casi se podría hacer un equipo completo. Bizzarri, Secretario, Rodrigo, Ognjenovic, Petkovic, Baljic y Canabal. Obsérvese que está Secretario, compatriota de Coentrao y también lateral. Este tuvo la mala suerte de tener de entrenador a Fabio Capello, que se hartó de sus desajustes y lo apartó de las alineaciones a mitad de temporada. Ognjenovic ‘el átomo’ y Petkovic ‘Rambo’ apenas tuvieron importancia en el equipo, mientras que Baljic y Canabal costaron entre los dos 3.000 millones de pesetas y uno, el balcánico, se pasó más tiempo en la enfermería que en el césped y el otro se marchó aburrido.

Florentino Pérez también ha metido la pata a la hora de fichar jugadores, aunque en la balanza pesan mucho los nombres de Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. De Florentino Pérez tenemos su búsqueda constante de un central. Se recuerda el fichaje frustrado de Gabi Milito. El fichaje de Woodgate, que costó 20 millones de euros y que se pasó también más tiempo lesionado que sano. O el fichaje de Walter Samuel al que Ronaldo, antes incluso de que aterrizara en Madrid, le humilló en un Brasil-Argentina. Ahora, Florentino vuelve a patinar después de haber hecho grandes fichajes como el de Cristiano, Benzema u Özil, pero se equivoca con Coentrao.

Ver a Coentrao de lateral izquierdo en el Real Madrid, después de haber visto en esa posición al mejor de todos los tiempos, Roberto Carlos, y a otro mito blanco, Camacho, cuanto menos chirría. Pero, mientras sigan existiendo los ‘Coentraos’, los esforzados chicos de la cantera del Real Madrid deberán emigrar en busca de otros horizontes. Jugadores como Carvajal o Casado, por decir a los dos laterales titulares del Castilla, no jugarán en el Madrid, a pesar de ser infinitamente mejores que Fabio Coentrao. Como dice el refrán español, aquí sólo se bautiza el que tiene padrino. Y Coentrao tiene muchos, aunque sea un pufo.

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