¿Sabéis lo que es triste? Lo triste es que una persona enferma del Real Madrid y del fútbol, una persona que intenta no perderse un partido pase lo que pase, una persona que si se pierde un partido por un compromiso ineludible siempre va colgado de un transistor, lo triste, es que esa persona esté perdiendo las ganas de ver a su equipo.
La culpa de ello no otra que el compadreo existente en el que se presupone, es el mejor y más galardonado club de la historia, un compadreo propio de una República Bananera, no de una empresa seria. Porque en toda empresa, aunque hayas sido una eminencia durante una época, si tu rendimiento va en contra del beneficio de la misma (por el motivo que sea), se te atribuye otro puesto de menor responsabilidad o se te ofrece educadamente que dejes paso a alguien que está más preparado que tu. Lo que no es propio de un gestor es que por mantener pueblo, o mejor dicho, una pequeña parte del pueblo apoyado por una prensa manipuladora, vaya encontra del beneficio de su propia empresa.
Esto es lo que lleva pasando años en el Real Madrid. Cada temporada los aficionados de a pié, los aficionados que nos gusta el buen fútbol empezamos la temporada con la esperanza de que este año es el definitivo, que este año por fin vamos a librarnos de los lastres que dominan a escondidas el club, pero pasan los años y todo sigue igual. Florentino hablaba de un proyecto ilusionante, y un año más, lo que ha sido finalmente es decepcionante.
Y así seguirá siendo hasta que por fin alguien llegue y ponga las cosas en su sitio, un salvador, bien un presidente o un entrenador, pero alguien con las suficientes agallas de imponer su propio criterio y no el dado ni por la prensa afín, ni por las altas esferas del club.
Mientras tanto, cada año que pasa, en este caso yo, estoy más desilusionado que el anterior, y al final se me van a quitar las ganas de ver a este equipo hasta que la cosa no cambie.