Los hechos habrían ocurrido sobre el césped en el momento en el que los equipos se saludan y también a las mascotas del Espanyol. Hugo Mallo, como capitán del Celta, iba primero en el pasamanos y al llegar a la periquita habrían supuestamente ocurrido los hechos. La acción no se juzga como agresión sexual porque se aplica el Código Penal vigente en ese momento.
"Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio mano como se hace habitualmente", recoge la denuncia que efectuó la víctima a los Mossos d'Esquadra. En cambio, la actitud del jugador habría cambiado cuando llegó a su altura. "Introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos. Según la declarante, le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos", relata el texto.
El 31 de mayo de 2021, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona entendía que la denunciante ponía de manifiesto hechos que pueden ser constitutivos de delito de abuso sexual. "Aunque parece que se produce de forma rápida, dura más que el resto de los saludos efectuados con anterioridad a la mascota, por lo que sí apreciamos que algo ocurre con la mascota y el jugador, ya que la mascota se mueve, le quita la mano al jugador y se coloca tras la mascota masculina; y podemos apreciar por la posición del jugador que ha podido incurrir en dichos tocamientos"; añade la jueza.
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