Como viene siendo habitual cuando su rubio tupé anda por medio, Griezmann fue noticia los días previos al decisivo Real Sociedad-Racing. El francés no tuvo mejor plan el jueves por la tarde que ir a San Mamés junto a otros tres compañeros -Zurutuza, Cadamuro y Toño Ramírez- para presenciar in situ el Athletic-Sporting de Liga Europa. Que jugadores de la Real vayan a ver al eterno rival no parece la mejor idea, sobre todo si su imagen a las puertas de la Catedral corre como la pólvora por las redes sociales. Así, bastaron unas horas para que la hinchada txuri urdin focalizara su lógica incomprensión sobre Griezmann. Será porque, a diferencia de sus compañeros, el de Maçon sumó una nueva pifia a su palmarés. La reprimenda que recibió fue tan grande, que Antoine incluso ha cerrado su cuenta en Twitter.
De vuelta a Anoeta, su lugar al menos por contrato, Griezmann fue el gran protagonista en la victoria de la Real sobre el Racing. Con dos goles y una asistencia, el francés se reconcilió con una afición que le había recibido de uñas. Como es incorregible, el 7 blanquiazul celebró su primer gol llevándose la mano la oreja, en un gesto que luego negó que conllevara cualquier mensaje contestatario. Otra más.
Hay quien defiende que los jugadores pueden hacer lo que les plazca en su tiempo libre, aunque ‘los cuatro de San Mamés’ algo debieron intuir que estaban haciendo mal, pues antes de coger la A-8 preguntaron en el club si su excursión a Bilbao estaría mal vista. Aunque desconozco quién, parece que obtuvieron luz verde, lo cual es más grave todavía.
Montanier aseguró al día siguiente no tener ni idea. El presidente, Jokin Aperribay, tampoco se debió de enterar del planazo, a juzgar por la cara de pocos amigos que lució al entrar en Zubieta la mañana siguiente. Aunque la Real ha salvado la categoría a tres jornadas del final de la Liga BBVA –lo que muchos han celebrado– parece evidente que el equipo navega a la deriva. Demasiados temas extradeportivos salen a la luz mientras la plantilla sigue sin ofrecer todo lo que tiene. Me decía Jesús Mari Satrustegi hace un tiempo que en este equipo falta mala leche, gente que te de más miedo que tus propios rivales, además de un líder que siente a los demás con una simple una mirada. Pero ese mismo ímpetu debe verse en los despachos de Anoeta, donde parecen no darse cuenta de la desorientación de sus jugadores y que ésta se debe a la desorientación que hay en el propio club. Quién dio luz verde a la excursión a San Mamés? Un lumbreras, sí.
