El caso Falcao es muy sencillo. Premisa 1: los mejores deportistas juegan en los mejores equipos. Premisa 2: Radamel Falcao es el mejor delantero centro del planeta. Premisa 3: el Atlético de Madrid no es uno de los mejores equipos del mundo. ¿Conclusión? El colombiano volará del Manzanares a final de temporada.
Para los atléticos será un golpe muy duro, supongo que igual de duro que el que sufrieron los hinchas del Oporto cuando se lo llevaron de Portugal a golpe de talonario. El mismo “nos quieren robar lo que es nuestro” sonó en portugués hace dos años. Ellos fueron el pez gordo en esa ocasión, ahora están rodeados de tiburones, uno de ellos blanco.
Lo que no pueden digerir por su recalcitrante antimadridismo es que Radamel acabe en el equipo de sus sueños. Porque lo que acaba de matar al hincha rojiblanco es que el jugador haya confesado su madridismo en varias ocasiones. ¿Tan difícil de entender es que soñara de niño con jugar de blanco? ¿No se comprende que quiera ascender en su carrera y formar parte del mejor equipo del mundo? Curiosa forma la atlética de demostrar su “amor” por Radamel: querer mantenerle a disgusto en un club por debajo de sus posibilidades, o desterrarle a Inglaterra en contra de sus deseos.
En la otra acera, la afición tiene muy claro que Falcao es mucho mejor que Higuaín o Benzema, y lo cambiaría por cualquiera de los dos con los ojos cerrados. Radamel recuerda al idolatrado Hugo Sánchez (genial Valdano al definirlo como “su versión 2.0”) y además de marcar muchos goles, brilla especialmente cuando hay que hacerlo: en las finales. Por si fuera poco, están prendados de un gigantesco profesional que -¡por fin!- no mentirá cuando el día de su presentación diga “siempre soñé con jugar en el Real Madrid”.
Por todo lo dicho, no se entiende que por un supuesto pacto de no agresión –si de verdad existe, que salga a la luz y lo conozcan los socios- no se negocie por Falcao y en última instancia, se pague su cláusula. ¿Qué favor se le debe a un club que es enemigo declarado del Madrid el mismo que sobre el Kun dijo “a cualquier sitio menos al Madrid”? ¿Cómo casa esa política con el agresivo “estilo Mou” que el Madrid demuestra en muchas otras facetas?
