Esto ocurrió el otro día.
Como os dije el domingo, al menos por un tiempo dejaré de estar en Twitter de la misma manera. Me da mucha pena, porque me lo paso muy bien y aquí he aprendido mucho, pero llevo pensando ya un tiempo que en este 2023 el zumo ha dejado de compensar exprimir la fruta.
Son demasiados los momentos que me apenan y generan frustración, sobre todo ante la incapacidad de poder comentar y debatir las cosas con naturalidad sin por ello ser insultado o ser faltado al respeto, hasta el punto de cambiarme el carácter en según qué días.
Soy una persona que cree que hablando se entiende la gente, que todo es debatible y que con argumentos todo se enriquece, pero desde hace tiempo para mí es inviable. Nunca he tenido problemas con leer a gente que no está de acuerdo, me dedico a hablar de fútbol y de fútbol no sabe nadie, pero esto ya es otra cosa. Ya no se habla, ya no se pregunta, ya no se escucha, ya no se debate. Sólo se ataca. No es nuevo, lo sé. A Twitter se viene llorado, lo sé. Precisamente por eso hago esto, para dejar de lamentarme.
Es fácil decir “no leas” o “pasa de esto”, pero luego es muy difícil hacerlo. Y no contemplo escribir sin permitir o leer respuestas, porque lo mejor de Twitter es eso. Es algo que llevo teniendo claro muchos meses, pero quería estar seguro porque al final yo “nací aquí” y me considero un twittero más. Agradezco mucho el cariño recibido en estos últimos días, no me puedo quedar solo con lo malo, pero lo tengo claro.
Seguiré publicando cosas por aquí de mi trabajo y poniendo algún comentario de vez en cuando, no desapareceré por completo ni mucho menos, tampoco es eso, pero estaré de una forma muy diferente.
Tampoco quería darle mucha trascendencia ni grandilocuencia a esto, pero me parecía justo que os lo explicara y no quedara raro después de 13 años hablando por aquí prácticamente a diario.
Pues eso, abro hilo ya que este tipo es un referente a día de hoy entre los jóvenes y no tan jóvenes en el sector del deporte.
DEP QUINTANA.