Yo soy del norte de España, en mi casa, en mi familia, en mi colegio, en mi barrio... todo el mundo era del Madrid. Todo el mundo excepto mi padre y yo.
Recuerdo ser muy pequeño, en plan 3, 4 o 5 años, y escuchar siempre a todo el mundo, familiares incluidos, intentar convencerme para que me hiciera del Madrid.
- "si fueras del Madrid tendrías de todo, camisetas, cuadros, posters, libros..." me decía mi tío en las comidas familiares intentando chantajearme para que me hiciera de su querido Real de Madrid.
- "si te haces del Madrid te regalamos la camiseta de Butragueño para el cumpleaños" me decía mi abuelo todos los veranos antes de mi cumpleaños.
Era imposible convencerme. Mi corazón era blaugrana y estaba dispuesto a morir por ello si hiciera falta
Para contrarrestar todos aquellos chantajes, mi padre me regaló una foto de Migueli de cuando él era adolescente y yo la tenía puesta en el cabecero de la cama pegada con un trozo de celo. Eran otros tiempos y mi padre no podía permitirse comprarme una camiseta de fútbol así que yo guardaba aquella foto como si fuera oro en paño. La sigo teniendo a día de hoy guardada en un cajón, es mi tesoro mas preciado.
Pasé toda mi infancia aguantando risas y burlas de los compañeros de clase por ser del Barça. Cada Lunes era lo mismo. En el recreo no se hablaba de otra cosa que de fútbol y de la victoria del Madrid. Exceptuando otro chico que era del Atlético y yo, que era culé, el resto todos madridistas. Incluso los profesores, que eran también todos del Madrid, nos hacían chanzas sobre la derrota de nuestro equipo y sobre lo buenos que eran ellos, que si nos habíamos equivocado al elegir equipo, que habíamos elegido al equipo perdedor, etc...
Cuando bajaba al parque a jugar al fútbol y cada niño elegía a un jugador, todos escogían a Butragueño, Hugo Sánchez, Gordillo, Martín Vázquez o Míchel.
Yo escogía ser Migueli porque me gustaba jugar de defensa y todos se reían de mi por ser del Barça xD
(No se reían tanto cuando les pisaba los empeines o les machacaba las espinillas en cualquier disputa de balón)
Cuando yo era pequeño mi padre trabajaba en una mina de carbón en Villablino, bastante lejos de mi casa, con lo que pasaba muy poco tiempo con él. Los mejores recuerdos que tengo suyos es de ver los partidos del Barça juntos en el bar de la esquina, aguantando a toda la horda de vikingos dando voces y celebrando sus victorias chocando sus cuernos unos contra otros mientras se emborrachaban y fumaban puros.
Qué asco me daba el olor de los puros, no se me quitará de la cabeza en la vida.
Y así pasé mi infancia, aguantando chistes, bromas, risas, mofas y chantajes por parte de madridistas.
Pero entonces, un buen día, Cruyff llegó de entrenador al Barça y todo cambió. El resto de la historia ya la conocéis.
Visca Barça