Actualizo #3114 ahora que ya he empezado el curro (he terminado mi primera semana). Todavía estoy que no me lo creo.
Como contexto, es una startup que desarrolla un SaaS B2B, unos 70 trabajadores en total, el equipo de DevOps somos 3, el primer día me hicieron un tour por la oficina, me instalé apps básicas en el portátil, fui clonando los repos, añadiendo keys, comprobando que tuviese permisos para todo...
El segundo día ya me ventilé un task, el tercero otro, y mientras me iba familiarizando con las convenciones, cómo se aprueban los PR, cómo se hacen los deployments, el CI/CD... el cuarto día hice mi primer deploy a prod, y hemos estado hablando de cosas que queremos hacer en el futuro, cómo mejorar la DevEx, etc.
Un soplo de aire fresco increíble el poder centrar los esfuerzos en construir cosas nuevas y no en apagar fuegos, que es gran parte de lo que hacía en la consultora en la que estaba.
Eso sí, hay algunas cosas de seguridad que hacen que se me apriete el culo... tanto en acceso de usuarios e interfaceo con AWS, como en acesso de los devs al sistema de CI/CD y por ende a prod, hasta temas de seguridad de la propia app que son, digamos, algo cuestionables. Pero bueno, mola que haya trabajo por hacer
El cambio en el ritmo de trabajo, de momento, también es impresionante. En la consultora tenía que logear al detalle 8 horas de trabajo todos los días, y mi jefe no me asignaba trabajo, me lo tenía que ir buscando. También trackeaban las horas "billable" de cada ingeniero y esperaban un 100% de billability, absurdo. De las cosas que más ansiedad me generaba (aunque creo que era problema mío, nunca nadie me dio un toque por ello). En la startup esta van con una pachorra increíble, tasks que tienen asignado "un día" se hacen en 5 minutos y el resto del tiempo se tocan el nabo. La mitad de los días salen antes de tiempo, y el viernes mi compi se lo pasó viendo streams de dota, reservando hoteles y restaurantes para sus vacaciones, fue a una reunión y a las 13 se fue a casa.
Todo apunta a que he tenido una suerte inigualable, ahora lo importante es no dormirse en los laureles y seguir aprendiendo día a día.