La mayoría de la gente consumimos productos cárnicos. Sin embargo, los mataderos siguen siendo lugares desconocidos para el público en general. Si os interesa, puedo comentaros un poco de lo que he aprendido. Se aceptan preguntas
Mi experiencia:
Soy veterinario, aunque casi toda mi carrera he trabajado en laboratorios de microbiología. Mi experiencia en mataderos es relativamente corta, pero a través de lo que yo he vivido (y de lo que han vivido mis compañeros de curro) quizás pueda responder a vuestras dudas.
He trabajado 2 veces en Islandia como veterinario oficial de matadero en las campañas estacionales de ovejas y corderos.
En UK he sido “meat inspector” durante 7 meses en una planta dedicada a corderos y vacas.
De España poco puedo decir… además de realizar las típicas prácticas que forman parte de la carrera, simplemente he asistido a recoger muestras y órganos de cerdos para proyectos de la Universidad.
Por tanto, la mayoría de lo que puedo contaros, se basará en mis experiencias en el extranjero.
¿Pero quién trabaja en un matadero?
Muchísima gente! Veterinarios y meat inspectors somos los menos.
En una planta hay muchísimos trabajadores:
A lo largo de la línea: desde los que sacrifican, cortan pezuñas, quitan las pieles, gente que eviscera, “trimmers” (los que eliminan contaminación recortando capas de piel a cuchillo), gente que colecta piezas que no van para consumo humano (como el diafragma) u órganos… también limpiadores, electricistas/manitas y supervisores de línea.
Personal en las salas de refrigeración o en la sala de vísceras.
Gente “de oficina”, tramitando pedidos y haciendo papeleo, control de calidad, etc.
Personal de los corrales, encargados de habilitar los recintos para los nuevos lotes que llegan, e ir moviendo lotes hacia la línea de sacrificio a lo largo del día.
A todo esto sumadle personal de cocina (normalmente hay una cantina), personal de limpieza de las zonas exteriores, seguritas/vigilantes, conductores de camiones refrigerados.
¿Y cuánto se trabaja?
Depende de cada sitio (y de tu puesto de trabajo). En mi caso puedo deciros:
-Islandia: de 7:30 a 17:30 (a veces una hora menos, muchas veces una hora más), haciendo unos 3000 animales al día.
- UK: en mi planta se distinguía el año entre la época tranquila y la época ajetreada. Por mi fecha de inicio, estuve desde mitad de una hasta mitad de otra. Al principio hacíamos unos 2500 corderos, de 06:00 hasta las 13:00 (y luego un par de horas haciendo papeleo o chorradas similares para justificar nuestro acuerdo laboral que era hasta las 15:45.
Los últimos meses ya hacíamos de 4500 a 6000 corderos al día, currando en la línea desde las 06:00 hasta las 17:15 (aunque a veces un poco más).
¿Y cómo es la gente?
Pues salvo contadas excepciones, gente muy normal (aunque hay auténticos cabronazos, como en cualquier otro curro). En el extranjero, la mayoría de currantes de matadero son polacos, aunque también encuentras rumanos, húngaros, checos y eslovacos. En el caso de Islandia, también se traen gente más experta (es decir, auténticos profesionales de este sector) que vienen de Nueva Zelanda.
Entre los polacos, he conocido gente de todo tipo. En Islandia, como era un trabajo temporal, venía gente de todo tipo: estudiantes universitarios (económicas o magisterio por ejemplo), taxistas, gente de hostelería, trabajadores de cadenas de montaje, mecánicos. En UK, al ser su trabajo actual, pues simplemente echan horas y van ahorrando… algunos lo dejan con el tiempo y buscan otra cosa, aunque otros hacen cursos de formación y progresan en la empresa.
Los nativos (entiéndase, británicos o islandeses) a veces son minoría, pero obviamente una buena parte de ellos tienen muchos años de experiencia y son mayoría en los puestos de dirección y administración.
También he de decir que he visto a gente de lo más normal currar de esto, y si los hubiera conocido primero fuera del curro, jamás lo habría pensado.
Por ejemplo, en Islandia, había una chica guapísima cuyo curro era separar el corazón de los pulmones, y tirar algunos de los pulmones no aptos para consumo animal. Y luego la veías durante el finde por el pueblo, toda arregladita y maquillada, y parecía una princesita.
¿Y el ambiente de trabajo?
Pues depende de tu puesto. Al fín y al cabo hay ciertos factores que pesan muchísimo:
Tu trabajo implica un producto que será de consumo humano, o sea que tienes que hacer las cosas bien, o te puedes ver en un buen lío.
Los mataderos (en Islandia y en UK) son empresas privadas, y por lo tanto se gestionan como empresas. Pero los veterinarios y meat inspector trabajan (por así decirlo) para el Estado… así que en muchos casos, para las empresas, tú eres un tocapelotas al que el gobierno les obliga a que estés ahí.
Además, está la cuestión de que trabajas con animales, y debes velar porque ciertos criterios de bienestar animal se cumplan. Y además, al menos en UK, hay muchísima paranoia/miedo ante cometer cualquier cagada que pueda indignar a los consumidores.
Pese a ello diría que en líneas generales el ambiente es bueno. Desde luego, los matarifes (currantes en general) están de risas y buen rollo entre ellos casi siempre. Pero claro, es un trabajo de muchas horas, con gran actividad física, y es como estar en una línea de montaje, con decenas de personas colaborando en un proceso de producción… así que eventualmente hay rachas de cansancio/mala ostia, gritos, mosqueos y mala leche.
Ahora bien, siendo vet/meat inspector, pues te ponen a prueba con frecuencia, sobre todo los supervisores/managers… y tienes que currar muy duro para ganarte su respeto.
También los meat inspectors británicos de la FSA (que son como funcionarios) te putean bastante al principio, porque para ellos los veterinarios españoles somos unos niños pijos que salimos de la Uni sin tener ni puta idea, venimos a currar con ellos y eventualmente ser sus jefes (por así decirlo), así que al principio es un ambiente de mucha tensión.
Pero si curras duro y les demuestras que quieres aprender (sobre enfermedades, papeleo, cómo funcionan las instalaciones, qué hacer si pasa esto o aquello), al final te los ganas, y se dedican a putear al siguiente que venga sin tener ni puta idea.
Uy que mal rollo de curro… no te da pena/asco ese trabajo??
En mi puesto, siempre he estado en lo que prácticamente es el final de la línea. Por así decirlo, inspeccionando y dando o no, el visto bueno al animal tal y como lo verías en la carnicería. En ese sentido, hay una desconexión bastante grande entre lo que es el animal vivo, y lo que yo examino.
He de decir, que cuando he visto el sacrificio, la verdad es que no es agradable. Yo desde luego, eso sí que no podría hacerlo todos los días miles de veces. También es verdad que te das una vuelta por los corrales, y ves a las ovejitas y te da un puntillo de pena. Pero no mucho, la verdad.
En cuanto al asco… tampoco mucho, la verdad. Obviamente, por haber estudiado veterinaria, he visto cosas que para otras personas son desagradables, pero diría que cualquier persona puede currar en un matadero.
En general, en el matadero puedes ver sangre y grasa toda la que quieras… y a veces si hay alguna patología (un absceso, una artritis purulenta o cosas así desagradables), pues obviamente arrugas la cara, y en 2 segundos ya te has olvidado de ello y estás mirando otra cosa.
¿Y qué es lo peor de este curro?
Sinceramente, en un matadero mediano/grande, que trabaje en línea automática (como en mi caso con los corderos/ovejas), es muy duro físicamente. Tanto por estar de pie, levantar peso, y trabajar a todo gas, a veces corriendo sin parar.
A eso, súmale que tienes que poner mucha atención visual para dar con articulaciones inflamadas, parásitos de la pared abdominal, restos de contaminación fecal (todo viene siempre con algo de mierda, cosa inevitable cuando se quita la piel. Y también ocurre que los restos de mierda que estaban en la lana, saltan hacia la carne cuando se hace el esfuerzo mecánico de quitar la piel), cosas así.
Además, parte de tu turno es revisando los órganos, que van por separado en otra línea, y empleando el cuchillo para hacer cortes en hígado (para descartar parásitos hepáticos).
Total, cansancio mental (porque es una ola infinita de corderos que parece que no se acaba nunca), dolor de espalda (por levantar la canal durante la inspección, o estar ahí pegando sablazos con el cuchillo a los hígados sin parar), cansancio visual, stress y responsabilidad.
Sin embargo, quizás los peor sea la connotación negativa de este trabajo. Dentro de mi gremio (los veterinarios) pues se ve normal (y en España, ser vet de matadero, es un muy buen curro de funcionario)… pero fuera del gremio, ya no tanto.
Suele dar bastante coraje la gente que te pone cara de asco. Quizás lo peor, es toparte con gente petarda que te diga que siendo veterinario, cómo es posible que curres de eso.
Además de insultar un trabajo honrado y digno como el que más, te das cuenta de que esas personas ignoran que por un lado, ayudas a proteger la salud del consumidor, como inspector imparcial sobre una empresa privada, y por otro, ayudas a garantizar el cumplimiento de las leyes de bienestar animal, para que las cosas se hagan de la mejor manera posible.
En fín, si quereis preguntar u opinar, os animo a ello. Un saludo, mediavideros!