#27 #28 Yo sé que va a ser realmente complicado, más aún cuando los interinos tienen (desde mi punto de vista) esa ventaja tan grande. Desde luego, si de mí dependiera, no sería así.
Trabajar como interino, desde mi punto de vista, da una serie de conocimientos a nivel de trabajo de campo, aptitud pedagógica, etc. que ya, per se, suponen una ventaja para los que nos presentamos sin esa condición (en la parte de la programación y UD). No termino de entender por qué, además, se les premia con puntos (y TANTOS puntos).
Es un trabajo el que están haciendo, que está lo suficientemente bien remunerado y que ya les supone una ventaja en el examen: ¿por qué beneficiarlos más aún?
Mi situación es la siguiente: tengo 24 años. Terminé este año el máster para poder presentarte a las oposiciones. Me apunté a una academia que consideré adecuada y estoy dedicándome a formarme y prepararme los exámenes a muerte, porque, aunque sé lo jodido que es pillar plaza, pienso que ahora mismo es mi obligación darlo todo de mí. Por mí, que no quede.
Entiendo que, cuando hablamos de un concurso-oposición, no es solamente la fase de oposición la que cuenta, pero, joder, es que en la fase de concurso se les da una ventaja casi insuperable a los interinos, y eso es lo que me parece injusto. Ellos cuentan con un respaldo con el que yo no cuento. Y, sintiéndolo mucho, no me parece justo. Ellos trabajan, mientras yo tengo tiempo para estudiar. ¿Y qué? Están trabajando de lo suyo, siendo remunerados por ello, adquiriendo experiencia sobre aspectos que luego se exigen en la fase de la oposición y, además, obteniendo una serie de puntos (muchísimos en los casos de interinos con más antigüedad) que les dará una ventaja insuperable. El resultado: entre un opositor nuevo (no interino), y otro opositor (interino), parte con una desventaja muy grande. Entra, no el que está mejor formado, sino el que más puntos tiene. Aunque esos puntos no siempre se correspondan con un potencial buen docente.