#1 En mi opinión, estás equivocando el enfoque. Al margen del mensaje lleno de sabiduría de #10, el cual una pequeña parte de mí comparte, debes pensar que tu objetivo es que el profesor que te lea el examen (el que lo haga, porque hay otros que ni eso), lo flipe.
Os habéis quedado a mitad del planteamiento. ¿Y si una acción se tiene que resolver por el Tribunal del Jurado, donde son 9 jurados populares (gente de a pie, hablando en plata) los que deciden sobre la cuestión, dónde cojones está el poder del Juez ahí?
Porque el Magistrado integrante de la Audiencia Provincial que lo preside, simplemente orienta legislativamente y dictan el veredicto de los Jurados. Que sí, que luego se podrá recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia, pero os queda coja esa teoría.
Y el Juez, según vosotros, tendría manga ancha para hacer lo que le salga del nardo. Y de la Prevaricación Judicial, entre otros tipos del Código, ¿nada? ¿Nos lo pasamos por el forro? El Juez o Tribunal interpreta la Ley, pero la fuente única (y esto es de primero y lo deberíais saber de sobra) es la propia Ley.
La relación de poder y derecho está movida, no por los jueces, sino por los legisladores que redactan las normas o leyes, y estos, al mismo tiempo por el brazo político (o el ejecutivo exclusivamente si se gobierna con mayoría absoluta). ¿El por qué? Pues muy sencillo. Al margen de las patrañas del Título VI Constitución Española (arts 117-127) de los principios básicos del Poder Judicial y límites de los mismos, todo lleva a una puta vía muerta y sin retorno: Los miembros del Poder Judicial son nombrados por el Rey mediante Real Decreto refrendado por el Ministro de Justicia (o lo que es lo mismo, lo que diga el Ejecutivo que gobierne en ese momento). Ergo, La relación teórica entre el poder y el derecho existe y se autolimita por el mismo Poder Judicial, independiente de las otras dos ramas, pero en la práctica, dicha relación equivale al sometimiento de la rama Judicial a la Ejecutiva. Ergo la relación entre el Derecho y el Poder, nos lleva a que el único conductor de que esto sea posible, sean las fuerzas políticas que gobiernen.
Todo esto es muy bonito, pero en estos casos, la opinión del profesor y su orientación política, dirime mucho que puedas aprobar con nota a que te pongan el culo como la bandera de Japón.