Pues resulta que había una vez una coreana muy fea muy fea muy fea. Fea como la de la canción de los Mojinos Escozíos.
Y le dio por operarse.
Pero joder, es que era tan fea, que ni a trancazos le arreglaban la cara. Lo mejor que llegaron a dejarla es esto:
Los médicos terminaron por decirle que dejara de operarse, que ya no podían hacerle más, y terminó la coreana fea por irse a clinicas de belleza donde sólo importa el dinero de los clientes, y le pusieron colágeno a mansalva.
Peeeeero no contenta con el resultado, la coreana fea se gastó todos sus ahorros en colágeno y se dijo: "y ahora que coño me inyecto para tener el cutis terso y liso como el chochito depilado de una asiática, que por cierto lo soy?"
La respuesta fue: aceite de cocina
Hasta donde llega la obsesión de la gente por la belleza? Con lo mona que era fea (antes de hacerse refea, entiéndase)