Unos churros de verdad son así:
No sé cómo en muchos sitios de España os estafan con estas putas mierdas (y derivados):
No hay puto color joder. Un churro tiene que ser como mínimo de largo como tu antebrazo (o como un buen rabo mediavidero) y bien grueso. Ponerles azúcar por encima es un sacrilegio, han de ser mojados en un buen chocolate caliente tras una larga e intensa noche de fiesta.
No dejéis que os estafen y pedid churros de verdad. Me voy a dormir, buenos días.