Yo también tenía vergüenza de ser camarero allá por el 2015. Mi forma de pensar era muy extraña, tenía poca autoestima y ese trabajo no me gustaba. Suerte que mi jefe era un gran amigo y me ayudo emocionalmente a gestionar mi forma de pensar y con ello fuí aprendiendo a como desarrollar una buena comunicación con los clientes y todo lo necesario. A día de hoy soy emprendedor y no camarero, pero por algún lado tienes que empezar. Con la vergüenza, desde abajo, con lo que sea que tengas,... marca objetivos, enfoca tu mente, busca un mentor ya sea mediante lectura, personalmente, o alguien que te inspira una verdadera confianza, alguien que no se anda con palabras sino con resultados, aprende, aprende y aprende sin parar de los demás pero sobretodo de ti misma... ve a tope a por ello, porque desde ese momento comenzarás a subir estés donde estés, sea cual sea tu edad, sea cual sea tu peso o tu forma de hacer los ejercicios.