La noticia saltaba hace unas pocas horas: una empresa israelí llamada CTS-Labs publicaba 13 supuestos fallos de seguridad críticos que afectan a los procesadores Ryzen y Epyc de AMD.
Para hacerlo, han creado una web bastante trabajada, incluyendo vídeos y entrevistas, que explica las cuatro clases de vulnerabilidades muy similares a las que se descubrieron a finales del año pasado para los procesadores de Intel.
Hasta aquí todo parecía algo extraordinario, pero a la vez bastante normal para una revelación de tal magnitud que podría afectar a millones de ordenadores en todo el mundo y que es una gran fuente de publicidad para los investigadores encargados. Solo que, a medida que se han empezado a conocer los detalles, la cosa cada vez pinta más turbia, y no precisamente para AMD.
Para empezar, el whitepaper publicado no incluye detalles técnicos, es tremendamente catastrofista, está lleno de jerga de marketing, alabanzas a empresas competidoras y críticas a las políticas de AMD. Rascando un poco, parece que las cuatro vulnerabilidades ni son muy serias, ni son alarmantes, ni realmente son vulnerabilidades, al menos tres de ellas.
Además, se ha sabido que los investigadores solo han dado 24 horas a AMD antes de publicar todo, con lo que AMD no ha podido ni siquiera investigar las acusaciones y solo ha publicado un escueto comunicado quejándose por ello. En casos como estos, se suelen dar al menos 90 días antes de hacer los fallos públicos, en lo que se llama responsible disclosure. El objetivo es que la empresa afectada tenga tiempo de parchear las vulnerabilidades antes de que otros puedan aprovecharse de ellas.
¿Por qué iba a hacer alguien algo así, sabiendo que iba a perjudicar a AMD y sus usuarios? Aquí es donde entra Viceroy Research, una firma que en el pasado se ha dedicado a apostar contra empresas yendo corto en bolsa y que ayer mismo recibió una advertencia del Bafin alemán por un informe en el que acusaba a ProSieben de fallos en la contabilidad.
Con el mismo modus operandi, Viceroy Research publicaba hoy un informe de 25 páginas titulado AMD: El Obituario en el que predicen que por culpa de estas acusaciones el precio de las acciones de AMD tenderá a valer 0 y la empresa tendrá que declararse en bancarrota. Todo eso, mientras en Twitter se dedicaban a criticar a la empresa.
Casualmente, Viceroy Research iba a estar hoy en CNBC por primera vez, algo que ha sido anunciado solo minutos después de conocerse las vulnerabilidades, sin tiempo para haber concertado la entrevista. Probablemente, en CNBC han visto que algo no olía bien en todo este tema y no han tardado en cancelar la historia entera poco después sin dar explicaciones.
La cosa está ahora parada y las acciones de AMD en el NASDAQ no han sufrido, pero las denuncias a la SEC por manipulación del precio de las acciones no tardarán y no será lo último que oigamos del tema.