Información | |
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Género: | Beat 'em up |
Desarrollador: | Lizardcube |
Editor: | Dotemu |
Nº de jugadores: | 1 - 4 en local y 2 en online |
Idioma: | Textos en Español |
Lanzamiento: | 30/04/2020 |
Plataformas: | PC, PS4, Xbox One y Switch |
Streets of Rage 4 ya está aquí y con él no solo vuelve a inundarnos la nostalgia de volver a las calles de Wood Oak City, otrora controlada por el infame Mr. X. Sino que también volvemos a encontrarnos con un beat'em up de los de antaño, que, pese a lo alvidado que está el género en la actualidad, sorprende como todavía funciona (y muy bien) sin necesidad de grandes cambios o alardes técnicos. Y esque desde ya os puedo adelantar, antes de profundizar en nada, que Streets of Rage 4 es todo un golpetazo a nuestro yo más joven con el que sin lugar a dudas vamos a volver sentir todo lo que sentíamos en aquellos emblemáticos años 90 con la Sega Mega Drive.
Como en cualquier otro beat'em up, la historia aquí no es más que un pretexto para lanzarnos a por todos los maleantes que se nos pongan delante, pero Lizardcube se ha tomado la molestia de hacerla coherente y a modo de secuela, por lo que nuestro archienemigo Mr.X ha pasado a la historia, pero serán sus hijos, los siameses Y los que hayan cogido las riendas para sumir la ciudad en la corrupción y de paso darnos la excusa perfecta para lanzarnos a soltar estopa.
Nuestro personajes iniciales serán cinco, entre ellos los tres míticos de la franquicia; Axel, Adam y Blaze, con Cherry y Floyd debutando, a los que se les irán sumando otros hasta llegar a alcanzar un total de 12 (la gran mayoría los obtendremos llegando a ciertas puntuaciones, jugando en determinados modos de dificultad, encontrando algunos secretos etc) y como es evidente, cada uno contará con su propio repertorio de golpes y ataques especiales. El ataque básico compuesto de varios golpes que podemos encadenar, agarres, ataque en salto, ataque hacia atrás y dos tipos de ataque especiales (además de las armas blancas que podremos recoger del suelo); Uno que nos restará puntos de salud que podremos recuperar con golpes normales sin que nos den (lo que incentiva el factor riesgo recompensa) y otro muy dañino que solo podremos ejecutar si disponemos de una estrella.
Como podéis ver, continúa siendo muy fiel a los origenes y desde luego es tan satisfactorio y entretenido como siempre. Tal vez alguno eche en falta algún botón para hacer dash o en su defecto uno para cubrirse, pero una vez te haces con su sistema de juego (cosa que no te llevará más de 5 minutos), todo se controla y funciona tan bien como hace 25 años. Es un juego por el que parece que no haya pasado el tiempo, como si estuviéramos en la época de Mega Drive y nos estuviera llegando su cuarta entrega, pero estando en 2020.
Todo está exquisitamente bien realizado, con mucho gusto, desde el diseño y variedad de niveles, así como los muchos tipos de enemigos, los sub jefes o los jefes finales, los cuales merecen una mención especial, ya que además de ser bastante distintos entre sí, ofrecen unos encuentros siempre único y con una dificultad muy bien medida, resultado siempre desafiantes, pero nunca llegando a frustrar. Lo cual es simplemente magnífico.
En cuanto a la duración del título, la historia da para unas 2 o 3 horas, siempre dependiendo de la dificultad elegida (de entre 5 disponibles), y aunque pueda parecer escasa, nada más lejos de la realidad, pues se trata de un título al que siempre va a apetecer echar una partida. Ya sea por probar nuevas dificultades o modos de juego, entre los que destacan el modo de solo contra jefes finales, el acarde que nos retará a termiarlo de una sentada y sin morir o el modo combate, que convierte al título en un juego de lucha pudiendo combatir contra otros jugadores en combates 1 vs 1.
A eso hay que añadirle sus funciones cooperativas, ya sea para hasta un máximo de 4 jugadores en local o 2 en el modo online. Por no hablar de los muchos secretos que guarda el juego, o los retos de puntuaciones que nos recompensarán con nuevos personajes o sprites de los clásicos de los años 90.
Sobre su apartado audiovisual también tenemos buenas noticias. El juego cuenta con un diseño artístico muy bueno con todo dibujado a mano y con gusto por el detalle, pero si sois más puristas, podéis seleccionar varios filtros que van desde hacer que luzca con pixeles como si volviésemos al pasado, así como otros que emulan a las antiguas televisiones de tubo o las pantallas de las máquinas recreativas. Por lo que todo el mundo podrá jugarlo como prefiera, ya sea con un estilo actual, como con uno retro. La música por su parte también está a la altura, con buenos temas dance y electro fieles a la saga, que van variando según avanzamos por las fases y que también pueden ajustarse para que suenen retro si así lo preferimos. En resumen, que han cuidado hasta el más mínimo detalle para todo tipo de jugador y eso demuestra sin duda el buen hacer del estudio a la hora de recuperar esta leyenda del videojuego.
Valoración final
Con Streets of Rage 4, Lizardcube no solo ha demostrado un enorme respeto por esta saga legendaria del género beat'em up, sino que también ha conseguido que se sienta como si todavía estuviéramos en los años 90 con nuestra Mega Drive y SEGA acabara de estrenar esta cuarta parte, lo cual es mucho decir del buen hacer del estudio. Es un titulazo al que siempre vamos a querer echarnos una partida, ya sea solos o con amigos, bastante adictivo y sobre todo divertido. Ya seáis fans de la saga o del propio género, seáis puristas de lo retro o más contenporáneos, Street of Rage 4 va a tener algo para vosotros que os hará degustar de este juego como si de una delicatesen se tratase.
Recomendadísimo.
#HG en MV.