A mi más que el combate (que no estaba mal, sin ser ninguna maravilla), lo que más me "molestaba" era el propio control de Geralt, que había que resituarse con bastante asiduidad para que te saliera el botón de interactuar con los diferentes elementos del escenario, como abrir puertas, recoger el botín, escalar etc.
Pero vamos, solo son asperezas menores de una obra maestra. La perfección no existe en ningún ámbito de la vida, amigos. Y con Cyberpunk 2077 también veremos cosas mejorables, como en cualquier juego. El caso es que el conjunto te haga ignorar lo mejorable, ahí reside la diferencia entre un buen juego y uno malo.