Nexon abre hoy al público el último juego de Splash Damage, Dirty Bomb, que vuelve a dar una vuelta de tuerca a la esencia de anteriores títulos de la empresa británica, como Enemy Territory o Brink.
Dirty Bomb es un FPS free to play que recupera las cuatro clases típicas de Return to Castle Wolfenstein, pero las mezcla con elementos de los shooters modernos y añade el concepto de los mercenarios, personajes con habilidades únicas y distintas al resto de su misma clase.
Esta beta abierta empieza con dos modos de juego, cinco mapas y 12 mercenarios, de los 3 estarán en rotación gratuita cada semana.