Ya se abrió la polémica hace unos días con Rime y que costaría 10€ más la versión de la consola de Nintendo frente a las versiones de PC, PS4 y Xbox One. Eurogamer ha estado investigado sobre el asunto y es para echarse las manos a la cabeza.
En primer lugar, el coste de crear los cartuchos es más caro que el de blurays, por lo que ese sería uno de los principales motivos. Hasta ahí puede ser entendible. El problema viene cuando la política de Nintendo referente a la eShop dice que los juegos físicos y digitales deben costar lo mismo para no afecten al mercado de juegos físicos, por lo que se añadiría el sobrecoste de la facturación (aka pagar el plástico) a los que decidan comprar el juego en formato digital.