El otro día, me disponía a probar MEGA tras varios días sin casi poder acceder por culpa del alto tráfico. Entonces, conocí la página de la que Nerkaid y compañía están haciendo publicidad (megaHD.es), pedí una invitación y me puse a buscar algún juego que bajarme para complementar el Dark Souls.
Rebuscando entre los posts, al leer el nombre, no pude evitarlo. Ahí lo estaba, ese juego de década y media tan conocido:
Aclarar debo que yo nunca me llegué a pasar por completo el FFVII. Jugué un poco del inicio, un poco del final, con algunos saves de mi primo, y poco más. Tenía un recuerdo genial del juego aún sin habérmelo pasado entero, aunque sí me había enterado de la mayor parte de la historia, el lore y los personajes, por lo menos enfocado al origen y final del juego (de la parte del medio tenía bastantes lagunas). De la back-story conocía bastante pues me había pasado el Crisis Core hace años (y explica las movidas de Zack y demás).
Dicho esto, me tiré a la aventura y empecé a bajarme el juego. Tenía que pasármelo por completo.
El inicio de juego me sonaba, pues lo había jugado un poco, pero hace muchos años. Me sorprendió ver por los suburbios de Midgar carteles de la obra que Angeal siempre leía (los que jugásteis al Crisis Core sabréis de qué hablo), lo cual me pareció un detalle interesante.
Los gráficos me dolían a la vista durante los primeros minutos de juego. No lo recordaba TAN malo gráficamente, aunque supongo que es normal si tenemos en cuenta que el juego tiene... ¿¡15 años!? Lo gracioso es que, a diferencia de otros juegos viejos, no tardé ni media hora en acostumbrarme. Porque la gracia era, precisamente, que lo bueno del juego no estaba en los gráficos, sino más allá de ellos.
Durante la primera hora de juego, el gameplay era muy sencillo, pero con la musiquita de fondo y lo interesante que se ponía la historia, y los logros de Avalancha, estaba igualmente viciado.
No tardó mucho el juego en captar todo mi interés...
La parte final en Midgar fue donde directamente me vicié como un cabrón. Ya había que ponerse un poco más en serio si querías derrotar a Rufus y todos los bosses que le preseguían hasta el próximo punto de guardado, había que pensarse dos veces cómo actuar y qué equiparse. E incluso gastarse unos cuantos giles en pociones, no fuese a ser.
Si algo no había parado de emocionar desde el inicio, solo que cada vez más, era la historia del juego. Si ya el arco de Avalancha me había parecido interesante, qué decir ya de cuando empiezas a conocer el pasado de Cloud con Sefirot, lo de Nibelheim, etc... (esta parte me la conocía pero sigue pareciéndome genial). A estas alturas, es cuando de verdad sabes lo que es temer e idolatrar a la vez a un personaje de un videojuego como es Sefirot. Para mí, el mejor personaje qué he visto jamás, muy probablemente.
Y qué decir en general del transcurso del juego... Hay algo que se te queda grabado en la mente cuando juegas a FFVII. Algo que evita que escuches ese grupo que tanto te tiene viciado últimamente, mientras juegas... Sí, la OST. El legado de Nobuo Uematsu, aún en esa pésima calidad de sonido, entra en la mente como si de un puñal hecho de rosas se tratase, y te hace vivir la experiencia del juego de manera mucho más personal y única.
¡Y bueno! Qué decir, aún me queda mucho juego por pasarme, y estoy tan viciado que en las 9 horas de juego que llevo todavía no he tocado ninguno otro.
Aún cuando no he jugado en su totalidad a FFVII en su tiempo y no lo tengo mitificado, me sigue pareciendo una joya en todos los sentidos, una joya que aunque sea vieja, sigue entrando en el corazón como pocos títulos consiguen hacerlo.
Quién haya cometido el pecado de no jugarlo, o no jugarlo completo (como me pasó a mí)... ¡Que se ponga a ello ya mismo!