Rockstar North, en esta ocasión, ha tirado la casa por la ventana. El grupo anteriormente conocido como DMA Design creó la saga Grand Theft Auto a principios de los 90 siendo un juego de acción en dos dimensiones y desde una perspectiva aérea que, sin ser un gran éxito de ventas, sí levantó polémica y se hizo con una legión de fans, que crecería con la segunda parte, lanzada a finales de la misma década. La clave era la libertad de acción que nos ofrecía, permitiéndonos tanto cumplir misiones como ir “a nuestra bola” por la ciudad sembrando el caos. Ni el más optimista de los directivos de Take Two se imaginaba el revuelo que se armaría con Grand Theft Auto 3. El traspaso de esa fórmula jugable a las tres dimensiones lo convirtió en un juego agradable a la vista y con muchas más posibilidades, y sus ventas lo convirtieron, ipsofacto, en el juego más importante de la generación.
Vice City no hizo más que confirmar ese hecho, siendo un juego más grande que GTA3 y contando ya con más medios como voces más conocidas (la de Ray Liotta en el papel de Tommy Vercetti, por ejemplo) o una descomunal banda sonora real de los años 80. Cuando un juego adquiere la magnitud que por derecho propio ha alcanzado Grand Theft Auto todo el mundo quiere saberlo todo, y en el caso de San Andreas, que puede ser considerada la quinta entrega de la saga si omitimos GTA: London 1969, el torrente de rumores ha sido devastador. Hubo muchas especulaciones sobre dónde y cuándo tendría lugar la acción, desde bromas que fueron a más como GTA: Tokyo en el siglo XXI, hasta un retorno a Londres o un paseo por las turbulentas calles de Bogotá. San Andreas también se mencionó, y finalmente se llevó el gato al agua. No en vano las ciudades del primer GTA eran Liberty City (Nueva York), Vice City (Miami) y San Andreas. Sin embargo, ni las predicciones más precisas acertaron en lo que es San Andreas. No es una ciudad; es un estado.
San Andreas es un estado imaginario que Rockstar North ha “diseñado” basándose en la costa oeste de los Estados Unidos. Las principales áreas metropolitanas ahí son las de San Francisco, Los Ángeles y Las Vegas, separadas entre sí por entre 400 y 600 kilómetros (Las Vegas y Los Ángeles están más cerca la una de la otra que cada una de las dos a San Francisco), y separadas también por la falla de San Andrés, división tectónica quizás conocida por el gran público por los famosos terremotos de California y por el malvado plan maestro de Lex Luthor en la primera película de Superman (volarla, hundir California en el mar y construir chalets en el desierto, que se convertiría en zona costera).
San Andreas es, por lo tanto, una simulación de gran parte de California y de la parte oeste de Nevada, los dos estados donde se encuentran dichas ciudades, y es también, como podréis suponer, un inmenso escenario de juego con tres ciudades principales y decenas de pequeños pueblos. Grand Theft Auto trasciende lo urbano y nos ofrece una aventura mucho más grande que en anteriores ocasiones.
Después del donde viene el cuándo, y la respuesta es principios de los 90, hace tan solo una década. La amenaza comunista está en quiebra, las camisas coloridas han pasado de moda, y la estética dominante, o al menos eso es lo que se deduce, es la hip hop, con toques de Los Vigilantes de la Playa. Por otra parte, parece que el juego ya no estará tan orientado a la mafia como a las pandillas. Nuestro protagonista, CJ, que por cierto es el primer protagonista de color de un juego de esta magnitud, es el líder de su banda. La banda sonora será de nuevo inmensa y variada, pero todavía no se sabe nada en claro sobre ella, salvo las deducciones oportunas: rap, hip hop, country, rock estilo Nirvana y algo de latino, esperemos que menos chirriante que Radio Espantoso.