Así es, tal día como hoy en 2019, Valve publicó la última actualización de Artifact, el malogrado juego de cartas de Dota.
En aquel momento, Artifact tenía solo dos meses, pero había perdido ya prácticamente a todos sus jugadores. La expectación inicial se había disipado de manera fulgurante, los grandes fallos del juego se habían hecho más que evidentes y su futuro pendía de más y mejores actualizaciones que nunca llegaron.
Desde entonces, la única comunicación de Valve al respecto fue en marzo de 2019 para decir que iban trabajar en la sombra tratando de solucionar los problemas de raíz del juego.
Para agravar la situación, Richard Garfield abandonó el proyecto y prácticamente todo el equipo de Artifact pasó a trabajar en Dota Underlords, un juego que ha aguantado mejor el tirón pero que tampoco tiene unos números para tirar cohetes.
Y ahora, ¿qué le espera a *Artifact ? Lo único que sabemos es que hasta hace poco algunos empleados de Valve seguían trabajando en el juego de cara a relanzarlo, pero nada más.
Los únicos rumores de la nada fiable Valve News Network hablan de que el plan es convertirlo en free to play con un modelo similar a Dota, de que ya ha habido una fase de pruebas interna que ha gustado y de que podría salir entre verano y diciembre de este año.