Hace unos días fui a acompañar a un amigo al GAME porque él quería vender su XBOX One, la cual no usaba para nada y me quedé flipando de la situación. No tenían ningún juego de PC, tenían algunos periféricos de PC, como cascos, ratones y algún teclado pero ni rastro de juegos y claro, como soy de la PC Master Race fui allí con una camiseta, exactamente esta:
Al ir a la caja, el dependiente me miraba la camiseta y claro, le pregunté; ¿a los consoleros os ofenden estas camisetas?, él, cambió su cara por completo a una cara de miedo y me soltó; estoy condenado, debemos huir. Levantó su mano a su camiseta y debajo de ella (la del GAME) me mostró otra de la PC MASTER RACE y me dijo; soy de los tuyos. En ese momento estábamos solos porque mi colega se iba a comprar unos cascos de Razer con el dinero de la XBOX y 5 juegos.
(Cabe destacar que este amigo le llevé al lado bueno de las cosas, a la PC MASTER RACE y le hice cambiar por completo cuando él era consolero desde hace muucho y el cual se metía con el PC con argumentos absurdos) Pagamos y nos fuimos con un sabor extraño pero bueno de boca. Poco tiempo después me enteré de que ya no trabajaba allí
Cuento esta historia porque fue la más rara y épica de mi vida gamer y debía contarla para que sepáis que no todo es lo que parece y que hay gente condenada al jugo consolero. Hay esperanzas en el gaming.